Arepa de huevo

Cuando viaja entre Cartagena y Barranquilla, ¿Quién no ha parado en ese lugar donde venden arepas de huevo para disfrutar de esas delicias? Ese lugar se llama Luruaco, es un pequeño municipio con un poco más de 22 mil habitantes. Está ubicado a 67 kilómetros de Barranquilla, en la vía la Cordialidad y que hace parte de la ruta del Troncal del Caribe, el cual une los departamentos de Atlántico, Magdalena y Bolívar. Está lleno de habitantes trabajadores y orgullosos de sus orígenes. Con una gran historia cultural y gastronómica, la ha convertido en el principal sustento económico. No obstante, el municipio se ha convertido en la sede principal de la arepa de huevo, uno de los emblemas culinarios de la Costa Caribe, la cual se ha esparcido por todo el territorio colombiano.

Fotografía por: Tomada de El Heraldo

A la entrada del municipio, se encuentra ubicada una estatua en honor a la primera mujer que comenzó la tradición de la arepa de huevo en el pueblo y también a todas aquellas mujeres que se levantan temprano, día a día, para ir sus puntos de ventas y comercializar su producto y de esta forma “sacar adelante”, como se dice coloquialmente, a sus familias. Esta es la historia de Blanca Viecco, Lurdys Manotas, Rosa Polunto, Yenis Anaya, Yolanda Díaz y Yolanda Figueroa. Estas son algunas de las manos que están detrás de este delicioso plato.

Lurdys Manotas, es una mujer de 54 años, la cual lleva haciendo arepas de huevo hace 42 años. La enseñanza de la preparación de este plato ha sido traspasada por generaciones, Doña Lurdys con mucho orgullo menciona que su abuela le enseñó a hacer las arepas a su mamá, su mamá le enseñó a ella y que ella les enseñó a hijos.

Fotografía por: Cortesía Lurdys Manotas

Actualmente, con la coyuntura del Covid-19, doña Lurdys y su nuera Blanca Viecco, encontraron una manera para seguir con las ventas, ya que en su casa se sostienen cinco personas de esta actividad, por ende, decidieron comenzar a promocionar las arepas por redes sociales para venderlas por encargos a Barranquilla, donde se encuentra viviendo Blanca. De esta forma venden semanalmente entre 70 a 100 arepas de huevo, y también, doña Lurdys tiene 14 personas quienes les hacen entre 100 a 150 arepas diarias, para que se suban a los subes para que las vendan.

Lurdys Manotas y Blanca Viecco cuentan parte de la historia familiar.

Asimismo, Yenis Anaya, de 56 años, lleva 5 años produciendo arepas de huevo, con el cual sostiene a su hogar donde viven siete personas. Gracias a su suegra, que también se dedica a este negocio, en donde aprendió a hacer este plato, estando pegada a ella, observaba como ella las preparaba. De igual forma, como suegra le enseñó, Yenis le está enseñando a sus hijas para que la tradición del negocio de la familia siga por generaciones.

Actualmente, Yenis expresa que, debido a raíz de la pandemia del Coronavirus, sus ventas se han reducido drásticamente, pero aún tiene la esperanza y afirma que con este negocio sí se puede salir adelante.

Por otro lado, Yolanda Diaz, desde los 28 años está en el negocio de las arepas de huevos. Actualmente, tiene 62 años y con mucha gratitud menciona que gracias a este negocio ha podido levantar a sus siete hijos. En la actualidad, le está inculcando o transmitiendo este conocimiento a sus 12 nietas, como lo hizo con sus hijas.

Antes que la pandemia llegara al país, doña Yolanda solía hacer diariamente entre 500 a 800 arepas de huevo para que sus cinco vendedores las comercializaran en los buses. En estos momentos, expresa que a raíz de todo lo que está pasando no ha podido vender sus arepas masivamente, sino únicamente a las personas que ella se las ofrece.

Yolanda Figueroa, de 22 años, desde sus 12 años empezó a preparar arepas de huevo, con la enseñanza de su abuela, quien aprendió de su mamá y ella se lo enseñó a sus hijas y ahora a sus nietas. Es un negocio en donde todas las mujeres de la familia están involucradas para la preparación de los productos, en cambio, a las demás familias, ellas se turnan por días con la preparación de las arepas para que no se cansen tanto.

Fotografía por: Cortesía Yolanda Figueroa

Actualmente, debido a la situación que está sucediendo en Colombia por el Covid-19, sus ventas son principalmente por redes sociales, medio por el cual Yolanda proporciona sus arepas de huevos para venderlas por unidad.

Yolanda Figueroa explica la preparación de la tradicional arepa de huevo de Luruaco.

De igual manera, Rosa Polunto, lleva 18 años haciendo arepas de huevo. A diferencia de las otras, la señora Rosa aprendió viendo como las demás las preparaban. Pero así como en las historias anteriormente mencionadas, esta mujer les ha enseñado a sus hijas cómo preparar este plato, para que así continúen con la tradición.

Las rutinas de todas son casi iguales. En general. empiezan sus días muy temprano para poder moler el maíz, parte fundamental de la arepa ya que es la base del producto. Algunas cuentan con la ayuda de sus hijos, pero en general, cuando llega la hora de la preparación o la cocción que debe tener las arepas, solo ellas se encargan de eso. Despachan a las personas quienes las venden alrededor de las 6 de la mañana, y anterior a la pandemia se dirigían a sus puestos donde las vendían en la Vía a la Cordialidad. Posteriormente, en la tarde regresaban a sus casas a dejar listas las carnes para el día siguiente.

La gran mayoría de estas mujeres hacen parte de la asociación llamada ASOPRAL creado por las mujeres productoras de arepas de huevo en Luruaco, las cuales hacen parte 65 familias. Gracias a ASOPRAL, la arepa de huevo ha llegado a festivales y ferias internacionales, haciendo de este plato unos de los más famosos platos típicos de la costa caribeña y de Colombia.

Desde 1988, en Luruaco se celebra el Festival de la Arepa de Huevo y que generalmente ocurre a fines del mes de junio, o principios del mes de julio, durante el puente de San Pedro y San Pablo. Este festival nació con el fin de rendirle homenaje al producto, el cual hoy en día es patrimonio gastronómico del Departamento, que tanto favorece a la economía del corregimiento y se estima que aproximadamente el 90% de la población del pueblo vive de las ventas de las arepas de huevo.

Fotografía por: Cortesía Blanca Viecco

Este año a diferencia de los años anteriores, el Festival de la Arepa de Huevo se realizó de forma virtual, lo cual trajo consigo una mala experiencia con estas mujeres, ya que en el Festival es el momento del año donde más ventas tienen, pero debido a la mala organización del evento, las ventas fueron muy bajas y les dejo una pésima experiencia a todas estas mujeres que se esforzaron tanto para continuar con la tradición de este Festival.

Video cortesía ASOPRAL