Existen muchos nombres grabados en la historia de la música vallenata. Nombres de personas que han contribuido en su creación, que han aportado letras y melodías inolvidables que han marcado generaciones. Entre los nombres en la historia de este género musical se encuentra el de la maestra Rita Fernández Padilla. También llamada “la Eterna Juglaresa”. Compositora, cantante, pianista, acordeonera y desde el año 2020, presidenta de SAYCO -la Sociedad de Autores y Compositores-, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo dentro de la organización. Rita también fue la fundadora de Las Universitarias, la primera agrupación femenina dentro de la industria musical del vallenato.
“Cuando conocí el vallenato romántico por Gustavo Gutiérrez encontré que ahí había un canal apropiado para lo que yo quería hacer. El vallenato romántico me gusta y la poesía de Gustavo también me gustó mucho en el género musical. De verdad que Gustavo Gutiérrez es el creador del vallenato romántico, el vallenato lírico. La obra de Gustavo Gutiérrez me impulsó. Te comento que compongo de diferentes géneros musicales, pero el vallenato se ha acercado mucho más a el sentimiento. Me he adherido más a él por el carácter sensible que tiene” expresa Padilla.
Rita Fernández fue la fundadora de Las Universitarias, la primera agrupación femenina dentro de la industria musical del vallenato, reconocidas y recordadas por presentarse en la primera edición del Festival de la Leyenda Vallenata en 1968.
“Por esa época estaba tan joven, tan llena de alegría, de entusiasmo y emoción por la música, que nunca me interesé o pensé si las mujeres hacían parte de esta expresión musical y cultural. No conocía y no me interesó tampoco”. Ahora, con los años que han transcurrido, la también autora del himno de Valledupar, relata cómo Las Universitarias se convirtieron en la primera agrupación femenina de este ritmo musical. “Eso es lo bonito, pienso que esa circunstancia tan particular, tan desprevenida me ha ayudado mucho y durante todo este tiempo a disfrutar esta participación mía en este género y que es machista”, reflexiona.
Rita en ese momento no se dio cuenta de la magnitud de los cambios que estaba aportando en este género de música popular, que en ese entonces contaba con una presencia casi exclusiva de hombres en el escenario.
Rita piensa en la música como arcilla o plastilina, un material dispuesto a que las manos del artista le den la forma que quiera. Ella se ríe cuando expresa esa metáfora, esa visión particular que tiene sobre la misma. Sin embargo, es la más acertada para ilustrar, lo que ella considera el nivel de responsabilidad por parte del artista porque la música es pura, es el compositor quien impone un mensaje que puede ser bueno o negativo.
Para la maestra “el vallenato es un sentimiento muy profundo, bello, sincero, transparente. A través de las melodías y letras refleja sencillez y autenticidad. Hay una conexión mágica impresionante entre el lenguaje que se da y el sentimiento tuyo. El vallenato es música con el alma. Y al igual que el alma, la música no tiene género”, expresa con un tono de voz tranquilo y lleno de cariño que refleja la pasión y amor que siente por esta expresión musical.
Existen canciones de vallenato que pueden tener letras ofensivas e irrespetuosas para la mujer, “La Eterna Juglaresa” considera que no hay una distinción entre una canción compuesta por un hombre y una compuesta por una mujer. Este carácter misógino no depende del género de la persona, sino de la interioridad y los valores de cada ser humano.
“Lo que pasa es que, en las sociedades, hay grupos que van imponiéndose y diciendo como que esto es de nosotros y esto nos pertenece, son absurdos para mí. Si comienzo diciéndote que el vallenato es puro sentimiento que es un estado del alma. No podemos decir que el vallenato solo le pertenece a un género”, explicó la cantautora.
Rita dice que la participación femenina en la actualidad va muy bien. Ella destaca que el deseo que han sentido las mujeres por destacar en las actividades que les gustan ha contribuido a los cambios culturales y sociales. Lograr que mujeres puedan cantar y componer canciones que son valoradas es un logro porque antes no existía esa cultura activa de que la mujer también hiciera parte del vallenato como una figura que puede cantar y escribir canciones.
Rita desea que en un futuro el vallenato sea un género musical en el que se recuerde más por sus letras románticas que por las letras que son ofensivas para el género femenino. Que la presencia de la mujer siga tomando más fuerza en esta expresión musical.
“Nunca es tarde para decirle a mis colegas compositores que lo mejor es realmente amar lo que se hace y cuando las cosas se hacen con amor son bonitas” y con estas palabras se despide la maestra Rita Fernández Padilla.