Entrevista a Alfredo Sabbagh, Profesor del Departamento de Comunicación Social y Periodismo

Alfredo Sabbagh es un reconocido productor de televisión y comunicador social, cuya pasión y profundo conocimiento sobre la escena rockera de Barranquilla lo han convertido en una figura distintiva en el estudio y preservación de esta cultura musical. Es más, a principios de Mayo del 2024 inició una programación de “Master Class del Rock” en Uninorte F.M. Estéreo donde todos los martes a las 8:00 de la noche hace un recorrido por las bandas, influencias y sucesos más significativos del género. El día de hoy compartió con nosotros sus recuerdos y reflexiones sobre los legados, los lugares icónicos que marcaron la escena local y en sí, las distintas etapas de la música rock en la ciudad.

Entrevistador: ¿Cómo crees que la era dorada del rock en Barranquilla moldeó la identidad musical y cultural de la ciudad a largo plazo?

Alfredo Sabbagh: Primero tendríamos que estar de acuerdo en cuál fue esa “era dorada del rock” en la ciudad. Personalmente recuerdo como una gran época los finales de los 80 y comienzos de los años 90, pero antes de esa fecha hubieron otros momentos importantes en los 70, y luego a inicios del siglo XXI se vivió otro momento muy importante. Todos en general han sido o han tenido sus particularidades que los hacen especiales. Me parece que es aventurado decir que se ha “moldeado la identidad cultural de la ciudad” porque la del rock es una cultura marginal que, aunque uno quiera lo contrario, no ha alcanzado a consolidarse lo suficiente como para decir que su influencia es tan notoria.

E: ¿Podrías reflexionar sobre cómo la música rock de Barranquilla de aquella época ha sido recordada o interpretada en la actualidad? ¿Hay mitos o verdades que quisieras aclarar?

AS: El rock local siempre ha sido de nicho. Yo creo sin temor a equivocarme que todos los de la escena rockera de los 70, 80 y 90 nos conocemos. Antes era más difícil acceder a instrumentos y hasta a música. En la ciudad solo había una emisora de música anglo que a veces programaba rock, pero para escucharlo y estar enterado de lanzamientos o bandas nuevas tocaba juntarse con el que llegaba de viaje o el que estudiaba en Bogotá o Medellín, donde la información sí llegaba más rápido. Ahora es, afortunadamente, más sencillo el estar actualizado e incluso el poder atreverse a grabar y componer. 

E: ¿En qué aspectos sientes que la escena rockera de Barranquilla contribuyó a cambiar o desafiar las normas sociales y culturales de la época? Y hasta cierto punto, ¿en qué medida consideras que el rock en Barranquilla fue un reflejo de los cambios sociales y culturales de Colombia en general durante esa época? ¿Hay particularidades regionales que lo diferenciaron? 

AS: El rock como fenómeno cultural implica una cierta rebeldía y contraposición al orden social establecido. Aunque la medida no sea muy grande, sí podemos decir que su presencia en la ciudad es reflejo de influencias sociales y culturales que responden a los momentos históricos en los que ocurrían. Los 80 y comienzos de los 90 eran más de bandas dedicadas a hacer covers o canciones propias muy al estilo del glam rock que primaba en la costa oeste de los Estados Unidos. Luego, entrando ya a inicios del siglo XXI, encontramos bandas que priorizaron las letras propias de corte un poco más sombrío a la usanza del grunge. Si tenemos que hablar de particularidades regionales, es claro que el rock de Bogotá y Medellín es mucho más agresivo, comprometido socialmente y atrevido que el local. Sin embargo, en el nuestro podemos encontrar virtuosismo, ciertas fusiones percutidas con ritmos del Caribe, y buenos vocalistas. 

E: ¿Existían lugares específicos, como bares o clubes, que se convirtieron en puntos de encuentro para los amantes del rock? ¿Cuáles eran? 

AS: Recuerdo varios lugares. Un video bar que se llamaba Legs, Licores Fabio, discotecas donde a veces tocaban bandas (Tropique, Sexton), Flashback… pero sobre todo se recuerdan conciertos en parques como el Sagrado Corazón, el desaparecido parqueadero de SAO de la 53, el parqueadero del Romelio, el desaparecido teatro Coliseo en la 43 con 82, el igualmente desaparecido Coliseo Cubierto Humberto Perea…

E: ¿Cómo ves el legado de la era dorada del rock en las nuevas generaciones de músicos y fanáticos del rock en Barranquilla? ¿Qué lecciones o valores crees que deberían preservar? 

AS: Yo creo que de las eras doradas hay que rescatar en primer lugar la perseverancia y el seguir intentándolo a pesar de los factores en contra. Esa mística particular que incluso hoy podemos seguir viendo en las bandas de veteranos que se juntan de vez en cuando a tocar es realmente sensacional, y estoy seguro que ha permeado a las nuevas generaciones. Más allá de la calidad interpretativa, el asunto es de atreverse y seguir peleando.

E: Desde su perspectiva, ¿cómo ha cambiado la escena rockera en Barranquilla desde entonces? 

AS: Creo que en estos momentos estamos viviendo un buen presente. Hay varios sitios donde escuchar rock en vivo, están saliendo nuevas y buenas bandas… sin duda estamos en una de las crestas de la ola. Ojalá se estire este momento lo suficiente como para dejar huella. 

E: ¿Podrías analizar la evolución del estilo musical de las bandas de rock de Barranquilla a lo largo de los años, identificando influencias clave y cambios significativos en su sonido? 

AS: Las influencias iniciales vinieron sin duda de los Beatles y los Stones, sin olvidar luego a bandas como Deep Purple, Led Zeppelin o Black Sabbath. Luego llegarían fuertes influencias de la llamada Nueva Ola del Heavy Metal Británico (Maiden, Leppard…) y del glam rock norteamericano (Crue, Poison, Guns and Roses…). La irrupción fuerte del trash con bandas como Metallica, Pantera, Megadeth, Slayer también fue importante. Necesariamente hay que hablar de la influencia del grunge y el nu metal.

E: ¿Qué artistas o bandas internacionales crees que tuvieron mayor influencia en los músicos de Barranquilla? 

AS: Creo que están contestadas en la respuesta anterior. Para los rockeros, todo lo que llegaba del rock británico era sagrado. 

E: ¿Cómo fue tu primer contacto con la música rock? y ¿cómo percibías la evolución de tu propia identidad o la de tus amigos a través de la música rock? Es decir, ¿cómo influyó en tu visión del mundo? 

AS: Mi primer contacto con el rock viene de la mano de un tío paterno que era bajista de una banda local. En casa de mi abuela se reunían a ensayar. Viendo y escuchando me fui enganchando tanto con la música como con la propuesta cultural y manera de entender el mundo que el rock propone. Sin duda creo que el rock hace parte de mi esencia cultural. El rock es la banda sonora de mi vida. 

E: ¿Tenías algún ídolo o banda favorita? ¿Por qué? 

AS: Uff…. qué pregunta tan difícil… Respeto a muchas bandas y muchos artistas, desde los pioneros que salieron del blues hasta bandas nuevas maravillosas. Tendría que empezar con Elvis Presley, los Beatles, los Rolling Stones, Led Zeppelin, Queen, Iron Maiden, Guns and Roses, Metallica… 

E: ¿Recuerda algún concierto o evento en particular que haya sido especialmente memorable? 

AS: En lo personal, nunca olvidaré el haber visto a Guns and Roses el domingo 29 de noviembre de 1992 en Bogotá tocar “November Rain” bajo un aguacero. Para todos los que allí estuvimos eso fue sublime. En lo que respecta a la escena local, me resultan inolvidables los conciertos que en 1991 organizó la naciente emisora Radioactiva en Barranquilla, Santa Marta y Cartagena. El concierto en Barranquilla fue en un parqueadero donde habrían 10 mil personas por lo menos. Esos conciertos los grabé y con los mismos hice el video de la canción “Tangas en la Playa” del grupo Bite, mismo que se puede ver en YouTube: Tangas en la Playa – Bite

Muchas gracias, Alfredo, por compartir tus experiencias y reflexiones sobre la escena rockera en Barranquilla.