La actividad primordial de Butterfly Caribe es la zoocría de mariposas. La cría, exhibición libre e intento de biocomercio de mariposas, a base de donaciones, comparte relación directa con otras actividades en el lugar como la educación e investigación ambiental y la bisutería. El mariposario nació como respuesta a la escasez de empleo en Paluato y Guaimaral. El temprano interés de Marlene Chávez por la especie fue vital para el inicio del proyecto en 2020. John Ortega, su ahijado especialista en botánica, le comentó sobre la idea de fundar un mariposario en el Atlántico a Chávez. En 3 años y con sólo 1 hectárea se han podido encontrar más de 100 especies de mariposas en este lugar.

Luego de que los huevecillos son protegidos, se alimentan las orugas hasta que se convierten en crisálidas. Por último, a las mariposas se les libera al aire libre o en la otra extensión del laboratorio para que se sigan reproduciendo. Esta extensión es una jaula construida con una maya azul muy espaciosa con todo tipo de vegetación, en donde las mariposas se reproducen y dejan sus huevecillos.

Las mariposas no se alejan mucho del mariposario porque necesitan de plantas hospederas, es decir, plantas que les aportan los nutrientes necesarios para vivir. La presencia de mariposas, entonces, también es un signo ambiental positivo. Las mariposas son claros bioindicadores de la cantidad de vegetación que puede haber en un lugar. Por esta misma razón, es raro ver mariposas en espacios urbanos con escasa vegetación. Mayor abundancia de mariposas indica mayor abundancia de vegetación.

La gran mayoría de mariposas no salen de la zona de Butterfly Caribe por la escasez de plantas hospederas. Así que, cuando cumplen su ciclo de vida que varía según la mariposa, puede oscilar desde 8 hasta 22 días. Las hormigas consumen sus restos, pero las alas se mantienen intactas y con estas realizan bisutería como aretes con resina.

En Butterfly Caribe no sólo realizan aretes con alas de mariposa, también se extienden a otros accesorios como pulseras y productos como pañuelos o carcasas de celular. La comunidad de Butterfly Caribe, en su búsqueda de posibles soluciones al desempleo, generan este tipo de comercios relacionados a lo que tienen en primera mano y con lo que han crecido aprendiendo como sus conocimiento de artesanías y tradiciones Mokaná.

Al ser uno de los países más biodiversos del mundo, Colombia tiene un gran potencial en ecoturismo. Así que Marlene Chavez y su ahijado Jonh Ortega, fundadores de Butterfly Caribe, se dieron a la tarea de promover estos beneficios naturales desde sus capacidades, en un territorio tan olvidado como el corazón del departamento del Atlántico. Eligieron la zona de Paluato, reconocida por su ubicación dentro del bosque seco tropical colombiano.

Con la creación del mariposario, la adecuación de zonas verdes y el servicio de almuerzos y alojamiento, el territorio de Paluato se consolida cada vez más como destino predilecto en el departamento. Mientras las personas disfrutan de las maravillas ofrecidas por la naturaleza, se generan estrategias de cuidado y protección del medio ambiente para el corregimiento. Por lo tanto, se valora el ecoturismo establecido en la fundación en pro de salvaguardar el ecosistema y proyectarse como un mariposario reconocido nacionalmente. 

La bióloga con doctorado en Ciencias Naturales, Yolanda Marcela Celis, comentó que el bosque seco tropical al ser uno de los ecosistemas más amenazados en Colombia, las actividades que hace Butterfly Caribe permiten seguir conservando la naturaleza. La zona de Paluato posee una riqueza natural increíble por sus especies de mariposas y de flora. Además, destaca la proyección del mariposario por dar a conocer la biodiversidad de la región.

En la edición 2021 de la Feria Nacional de Turismo promovida por la Asociación Nacional de Agencias de Viajes y Turismo (ANATO), la exministra de Comercio, Industria y Turismo de Colombia manifestó su entusiasmo porque, según las estadísticas, el turismo interno en Colombia iba a crecer un 36% más comparado a años anteriores. Por lo que, para Butterfly Caribe, su apertura en un lugar como Paluato le ha permitido visibilizar la abundancia en flora y fauna del corregimiento. Beneficiando así, no solo a la fundación, sino también a los paluateros vinculados al proyecto indirectamente con emprendimientos.

Butterfly Caribe se ve mayormente beneficiado por actividades que realizan sus turistas o personas de comunidades cercanas. Por eso, brinda espacios como la educación ambiental, como el curso del SENA, que se realiza en el lugar como punto de encuentro, donde les enseñan sobre las medicinas naturales y aromáticas con sus nombres científicos y cómo identificarlos. Al mismo tiempo apoyan los mariposarios pedagógicos que se realizan en los colegios y reciben a diferentes universidades para abrirles la visión a los estudiantes. 

La medicina y la gastronomía son vitales en Butterfly Caribe. El vínculo del mariposario con la medicina natural nace en el momento que Chávez ofrece uno de sus espacios para que puedan dar clases de Medicina Natural con el SENA en el 2022. Esta decisión es importante en el mariposario. En el momento en que Chávez decide abrir sus puertas para que los estudiantes del SENA tengan donde estudiar, el pilar de educación en Butterfly Caribe se refuerza. Y, además, se forma una red de distintas actividades promovidas por los estudiantes del SENA como artesanías y senderismo en el mismo mariposario. 

De acuerdo a Chávez, la mayoría de adultos mayores en Paluato prefieren la medicina natural.  El hecho de que algunos habitantes de la comunidad de Paluato tengan la oportunidad de aprender sobre medicina natural les permite cuidar óptimamente de sus familiares mayores. Muchos de la comunidad de Paluato y del mariposario, además, no pueden depender de medicinas químicas ya que son inaccesibles para la comunidad. Asimismo, no están alineadas con sus tradiciones mokaná.  

Elva Arciniega, que hace parte de las clases de medicina tradicional y activamente está creando prototipos de medicina natural de jugos o dulces naturales, insistió que existen muchos beneficios que se pueden recoger de la vegetación para la salud y que deberían ser más tomados en cuenta. Arciniega explica algunos ejemplos puntuales de plantas como el bledo que ayudan a prevenir el alzhéimer y la demencia senil, que la sábila contiene células regenerativas, que el toronjil con el orégano cocinado con panela en pocos gramos en líquido ayuda a mejorar el sistema nervioso, que el orégano ayuda a curar la tos, la bronquitis, los problemas cardiovasculares y el asma con ayuda del ácido fólico. 

En esta clase realizan distintas bebidas o dulces que repercutan positivamente para la salud. Un ejemplo exacto es el dulce jengibre para aliviar la irritación de garganta que han estado trabajando los últimos meses. 

En el corregimiento de Paluato, desde hace años atrás los habitantes se caracterizan por realizar artesanías con el árbol de Bejuco. La cestería, adornos y lámparas para el hogar de esta misma especie de planta sobresalen en muchos lugares de la costa caribe colombiana. Por lo que, esta actividad no podía hacer falta en Butterfly Caribe. Así que, por medio de la conexión entre mokanas, la fundadora del mariposario decidió acoger a algunas mujeres artesanas del corregimiento para mantener el oficio como un patrimonio vivo del Atlántico. 

“Desde que llegué a Butterfly Caribe mis artesanías se han vendido y esparcido por muchos lugares”, contó la artesana mokaná Luz Elena Castro, quien es una de las mujeres que asisten al mariposario para practicar la cestería y crear mejores estrategias de ventas. Como una actividad que se pasa de generación en generación, Castro expuso la necesidad que existe de darle importancia al proceso de realización de artesanías autóctonas de Paluato. Asimismo, habló que la disponibilidad del bejuco en el municipio se ha vuelto escasa por la cantidad de nuevas construcciones y la pérdida del valor comercial de cada pieza escasea en el departamento.

Mantener la naturaleza mientras se rescatan los valores artísticos de la cultura mokaná es una tradición milenaria que se debe preservar con el pasar del tiempo. Como destacó la artesana, su vida conforme a la estabilidad laboral ha tenido pequeños cambios positivos que poco a poco ayudan a mantener y resguardar actos culturales como estos.