Por Anelays Mendoza.
Entre las cosas más importantes de Hugo Diaz Granados es que él encarna el espíritu del carnaval durante todo el año. Tiene personaje que es conocido por muchos como Paco Paco, pero detrás de la máscara se encuentra un hombre apasionado.
―Soy Hugo Alberto Díaz Granados, nací y crecí en el corazón de Barranquilla. ―dice mientras sonríe grandemente.
Hugo Alberto lleva en su sangre el fervor y la pasión por el carnaval. Desde muy joven, se sintió atraído por la magia de la celebración, y su amor por ella sólo ha crecido con los años. Recuerda con cariño las tardes de ensayos en los barrios populares donde aprendió los pasos de baile y la alegría desbordante que caracteriza al Carnaval de Barranquilla. En cada comparsa y en cada canción, encontraba una conexión con sus raíces y una fuente inagotable de inspiración.
“Amo mi ciudad, amo Barranquilla, me siento orgulloso de esa Barranquilla, la defiendo.”
Pero la vida de Paco paco es mucho más que sólo el carnaval. Él es docente de profesión y ha dedicado su vida a la educación de las generaciones futuras desde que ingresó a la escuela como joven maestro. Por eso, ha dejado una huella indeleble en la vida de sus estudiantes.
―Para hacer que los niños vivan en un ambiente cómodo, nosotros somos los que nos tenemos que adaptar a ellos. No ellos a nosotros. ―resalta el docente.
Con una sonrisa característica, acompañada de su humor constante, su amor por los niños lo inspiró a convertirse en un personaje emblemático, escuchándolos e incluyéndolos a la celebración, así inició su trayectoria.
“Lo bacano de mi materia es que no se califica, yo no escojo a que vayan a mi curso, me escogen a mí. Yo ahí aprovecho para enseñarles muy lúdicamente el amor por nuestras tradiciones, el tema del carnaval, pero con guantecito de seda porque estaba un poco satanizado.”
Su compromiso con la educación se refleja no sólo en el aula, sino también en su trabajo como monitor y guía para los jóvenes talentosos de Barranquilla. Organizando talleres y actividades extracurriculares para fomentar el desarrollo de sus alumnos, los ayuda a descubrir sus habilidades y alcanzar su máximo potencial.
Mucho de sus estudiantes han seguido sus pasos y han encontrado el éxito en campos como la música, el arte y el deporte, gracias al apoyo y a la orientación de Hugo Alberto, Paco paco. Él considera que el carnaval es un eje pedagógico, por eso lo usa para enseñar a otros.
―A través del carnaval podemos enseñar muchas cosas lindas, muchos valores en los niños. Siempre trato desde mi personaje sembrar, despertar, incluir el sentido de pertenencia por nuestras cosas.
Pero lo que realmente distingue a Hugo es su papel como padre. Con dos hijos que tienen condiciones especiales, ha enfrentado desafíos que pocos pueden imaginar. La vida le ha presentado obstáculos difíciles de superar, pero él los ha enfrentado con valentía y determinación en cada paso del camino. Ha sido un modelo a seguir para sus hijos Luis Carlos y Samuel al enseñándoles el valor del amor, la perseverancia y la esperanza.
Después de la muerte de Joselito, cuando los tambores se callan y en los vestuarios se guardan, Hugo regresa su papel de maestro y padre con la misma pasión y dedicación. Continúa impartiendo sabiduría en las aulas y brindando apoyo incondicional a su familia. Pero su compromiso con el carnaval no termina en febrero; él lleva consigo el espíritu festivo durante todo el año, utilizando su personaje de Paco Paco como una herramienta para enseñar valores y promover el sentido de pertenencia en su comunidad.
“Soy un convencido que el Carnaval de Barranquilla es más que cuatro días, porque mientras haya sonrisas que compartir y corazones que alegrar, seguiré bailando al ritmo de la vida, llevando el espíritu del carnaval en cada paso que doy.”
Paco paco no es un disfraz. Es una expresión de su identidad y una forma de conectar con la gente de Barranquilla. A través de su personaje, ha llevado alegría y diversión a miles de personas, animando las calles con su energía contagiosa y su carisma único.
Pero más allá de la diversión, es un símbolo de la tradición cultural de Barranquilla, como un recordatorio de la importancia de mantener viva la herencia de nuestros ancestros. “Más que un simple espectador de la fiesta, quería ser parte de ella. Quería compartir mi energía contagiosa con el mundo y, sobre todo, celebrar la vida juntos a mis hijos.”, dice Hugo Alberto.
Su vida es un testimonio de cómo el amor, la dedicación y la pasión pueden trascender a cualquier obstáculo. Su legado perdurará por generaciones y todas las personas que tengan el privilegio de conocerlo, se llenarán de inspiración. Con su historia de vida nos deja una enseñanza a todos: “en los momentos más oscuros, siempre hay luz al final del camino.”, finaliza Paco paco con una gran sonrisa, la misma con la que nos recibió.