A veces, escoger la verdad es escoger el exilio. La historia de Andrea Dávila

Andrea Dávila duró 4 años de su vida estudiando Comunicación Social y Periodismo y cuando empezó a ejercerlo quisieron inhabilitarla de su oficio.

Todo encajaba a la perfección, todo tenía sentido para Andrea. Tal vez no fue así en el momento en el que la echaron de Caracol Radio. Pero el contexto, las elecciones, el imperio Char y el funcionamiento de la ciudad en la que vivía, de repente, le habían explicado lo que ocurría: estaba siendo censurada por la familia que controlaba los hilos del poder en la ciudad.

En el 2013 entró a trabajar en la W Radio y Caracol Radio. Es nombrada como corresponsal en Barranquilla por Julio Sánchez y se encargaba de hacer las denuncias en la ciudad. Sentía que era un trabajo fácil y cómodo. Una labor que le dio experiencias y confianza en lo que hacía, sin embargo, no le alcanzó para enfrentarse a la censura que dos años más tarde los Char le harían.

En el 2015 el clan Char planeaba continuar en el mandato de la ciudad. Y Barranquilla, un lugar mimado de parques y clubes deportivos, estaba pronta a decidir quién sería su nuevo alcalde, porque aquí ha habido y hay democracia... una democracia de papel. Para entonces, Andrea se encontraba haciendo un reportaje con un listado de corrupciones que había cometido la casa Char, y que era debido a estas que necesitaban la alcaldía. No porque les interesaba la ciudad, sino porque debían tapar los huecos económicos que ellos habían dejado en la ciudad.

Entonces, la despiden. No lo comprende. Sus compañeros colegas le cierran las puertas y le dicen:

"Uno no muerde la mano de quien le da de comer."

Andrea no sabía que Char le daba de comer.

De repente, el lugar en el que pensaba que podía ejercer su labor como periodista y su derecho como ciudadana a la libertad de expresión, se convirtió en un espacio en el que no podía decir la verdad e imposibilitaron su labor. Dice que no tiene pruebas, pero la silenciaron porque le estaba dañando el caminado a Char que lo conducía, nuevamente, al mandato de la Alcaldía.

"Char te da la recreación en junior. Luego la recreación en infraestructura; da plata a las universidades privadas; y por tener la gobernación tiene la Universidad del Atlántico; y patrocina con todas sus empresas los eventos de la ciudad, y te construye la casa... Imagina lo secuestrada que estás para poder opinar. "

Escogió el exilio, escogió su verdad y la seguridad de que, al menos, estaba haciendo buen periodismo. Lleva viviendo en Bogotá siete años. Lejos de la democracia representativa de su tierra, pero cerca y siempre atenta de lo que ésta atraviesa. Luego de las amenazas, los panfletos, y de haber perdido su vida tranquila en Barranquilla, se volvió más fuerte y más segura. Y hoy comprende la situación en la que, para ese entonces a sus 25 años, estuvo envuelta:

Una voz que se rehúsa a ser silenciada.

Para Jimmy, el nombre es lo más importante que tiene un periodista. Es por esto que cuando en septiembre de 2018, intentaron bajarle una pieza periodística que había publicado, su respuesta fue no.
Este problema empezó cuando un amigo del medio lo llamo para trabajar en una página de noticias. El entendía sus deberes, debía adecuar periodísticamente el portal del medio al que servía y realizar trabajos de edición en esta casa editorial.
Al principio el ambiente era bueno, pero habían algunas cosas que no encajaban con el contexto de un medio independiente. Tenían equipos de excelente calidad, y los sueldos de los periodistas equiparaban los sueldos que tenían algunos colegas que trabajaban en periódicos grandes, lo que genero rumores con respecto a quienes eran los personajes políticos que financiaban la casa editorial.
Gracias a que los rumores indicaban que era la casa Char, del partido político cambio radical, quienes financiaban el medio, cuando Jimmy publicó una noticia sobre la denuncia que realizó el entonces senador de la república, Gustavo Petro, en La W sobre un relacionamiento de algunas obras de la alcaldía de Barranquilla con el caso Odebrecht, los inversionistas pidieron eliminar dicha publicación.
Él dijo que no iba a borrar nada, y que, si la noticia era borrada, hasta ese día trabajaría con el medio. La decisión de no borrar su publicación la tomó teniendo en cuenta que a él le había parecido interesante que un senador denunciara como los tentáculos de Odebrecht se podían ver reflejados en distintas obras de la ciudad. Es por esto que le había pedido a un periodista suyo que hablara con alguien de la alcaldía, para ver cuál era su posición con respecto a la denuncia que había realizado Gustavo Petro. Como de la alcaldía no recibieron ninguna respuesta, porque estos no respondieron a ninguno de los métodos de comunicación a los que el periodista recurrió para localizarlos, Jimmy decide publicar la noticia de la manera en que la tenía, sin incluir el testimonio de la alcaldía que no pudo obtener.
La noticia debía ser borrada a cambio de publicidad anual de unos varios millones de pesos, la única condición que debía seguir el portalera que no podían publicar artículos que impactaran de manera negativa en el buen nombre de la casa Char
Su único arrepentimiento de aquellos días fue haber dado una entrevista a la W, la cual lo puso en el foco de atención de varios políticos, y generó dificultades dentro de su familia, debido al miedo constante con el que vivían de que pudiera ser asesinado, teniendo en cuenta que, para este momento, un trabajador de Odebrecht había sido encontrado muerto por envenenamiento con cianuro. El temor era grande, porque como periodista, siempre se está expuesto.
A pesar de todo esto, y de considerar su tranquilidad lo más importante, Jimmy considera que el periodista no debería tener miedo. Si se cuentan con las pruebas, soportes y la publicación cumple con los principios básicos del periodismo, no se debe tener miedo de nada.
Jimmy renunció a su trabajo dos meses después del suceso, el 15 de noviembre de 2018, cuando su compromiso con la verdad se posó por encima de todo lo demás. Después de esto, él empezó a trabajar en la radio nacional de Colombia, medio publico financiado por el estado. El enfoque que maneja es mayoritariamente cultural, pero hay veces en las que deben trabajar en noticias, y en algunos casos se ha visto envuelto nuevamente en polémicas que intentan desvirtuar la veracidad de la información que brinda. Pero, según cuenta, no ha dejado de publicar nada.

"Esta es mi vocación, y ni el miedo, ni los fusiles, me van a cercar para seguir haciendo mi trabajo como periodista" : Katia Ospino

Katia Salem Ospino es una periodista, columnista e investigadora , reconocida por las múltiples investigaciones que ha adelantado en el departamento del Cesar y la Guajira. Entre las que se destacan “Colombia, el segundo país más peligroso para ejercer periodismo en América” y las irregularidades en los cobros de activos de La Universidad de la Guajira con la cual fue ganadora del premio “No es Hora de Callar a las Mujeres Periodistas” . Ospino trabaja actualmente como directora internacional para las Américas de la ONG y también como corresponsal de la unidad investigativa de noticias UNO en la ciudad de Valledupar.

Sentada en el patio de su casa, a la luz del día, nos contó que su pasión por el periodismo empezó cuando era muy niña. Su padre era un líder, apasionado por el servicio a la comunidad, por lo que su casa era un corredor de líderes y políticos de la región y ella disfrutaba sentarse al lado de su padre a escuchar las conversaciones que tenía con estos personajes. Tanto así, que un día su padre la encontró frente al espejo repitiendo todo lo que él hablaba en las reuniones y le dijo que ella sería periodista.

“Las regiones están habidas de un periodismo contrapoder, que haga contrapeso a la corrupción”, respondió con convicción al preguntarle acerca del periodismo contrapoder al que siempre hace referencia en sus redes sociales. Muchos periodistas se han dejado silenciar con pautas publicitarias y se limitan a compartir los informes que reciben de las entidades públicas sin tomarse el trabajo de verificar la validez de la información. Además, señaló que los poderosos han naturalizado el silencio en las regiones y que muchos se han ceñido a eso, aun cuando tienen conocimiento de que muchas cosas no andan bien.

Una de sus investigaciones más destacadas fue la que adelantó a favor de la Universidad de la Guajira, en la que se vincula al rector de la universidad, Carlos Arturo “Kaloy” Robles, con los procesos ilícitos de cobros de activos. Tuvo que enfrentar muchos retos a la hora de llevar a cabo esta investigación, pero recalca que el mayor de ellos fue sobrepasar la barrera que se ha construido en el departamento de la Guajira, por el peligro que representa inmiscuirse en los asuntos políticos, ya que para nadie es un secreto que este territorio siempre ha estado en medio de la ilegalidad.  Y para lograr acceder de manera legal a la información, se corre el riesgo de que aún antes de ser radicada la solicitud en la Contraloría, llegue a manos de los delincuentes que ejercen control sobre los estamentos.

A lo largo de su carrera ha recibido más de diez amenazas. Sin embargo, afirma que la más impactante fue la que recibió por causa de esta investigación cuando ni siquiera había sido publicada. A través de varios mensajes de WhatsApp, desde un número desconocido, amenazaban con acabar con su vida y la de su hijo de diez años y esto llegó a afectar psicológicamente al menor, hasta el punto de que fue necesario medicarlo.

“He llegado a sentirme vulnerable muchas veces, pero eso no ha hecho que mi deseo de informar disminuya sino todo lo contrario”

Mientras tomaba su taza de café, nos contó este suceso que ocurrió en un cubrimiento que realizó con el Canal Uno en la Guajira. Al entrar a la iglesia a cubrir el evento, un sacerdote estaba alagando a uno de los mafiosos políticos de la región, y cuando notaron su presencia, un hombre la agarró del cuello y la sacó de la iglesia a la vista de todos, le echaron gasolina y pretendían quemarla vida. En su rostro se hacía evidente que no era agradable revivir este suceso. Sin embargo, continuó diciendo que con la ayuda de Dios lograron salir de esa turba y al solicitar la ayuda policial, estos se negaron por temor a las mafias políticas. Luego, decidieron trasladarse a otro municipio para interponer la denuncia ante la fiscalía y al ingresar, un funcionario la tildó de “loca” por meterse a una zona tan peligrosa a realizar el cubrimiento.

En muchas ocasiones la fuerza pública ha dejado de brindarle las garantías de protección que han requerido ella y su familia. Y manifiesta que uno de los grandes enemigos, a los que nos tenemos que enfrentar en este momento de la historia del país, como periodistas es a la omisión de las autoridades y la justicia. Las denuncias que se interponen tienden a desaparecer de la nada y no hay quién dé razón.

“Las múltiples amenazas no me han quitado las ganas de seguir informando porque eso es una vocación que llevo dentro, desde que decidí hacer periodismo de verdad”, dijo Katia. A pesar de los tantos momentos en los que se ha sentido vulnerable, el miedo se le ha convertido en coraje y valentía. Los bandidos tan solo pretenden llenarla de miedo con el fin de cercar su trabajo e impedir que avance en sus investigaciones. Sin embargo, ella se rehúsa a permitirles ganar, al detener su labor.

La periodista destacó que la herramienta más letal de un mafioso y un político corrupto es el miedo. Por eso las amenazas son una constante en este oficio. Pero el miedo debe ser el combustible para buscar la verdad siempre. Y añadió con mucha firmeza diciendo: “Esta es mi vocación y ni el miedo, ni los fusiles, ni las nueve milímetros, que ojalá nunca me alcancen, me van a cercar para seguir haciendo mi trabajo como periodista”.

Según las pocas investigaciones que hay en la ciudad acerca de los dueños de los medios, hemos encontrado que los principales accionistas de estos son: familias adineradas que al mismo tiempo hacen parte de la política en el caribe colombiano.
Medios Impresos
En Barranquilla el principal periódico que circula es El Heraldo, que se creó con el fin de apoyar la candidatura a la Presidencia de la República de Alfonso López Pumarejo, en 1933, y nace por iniciativa de un grupo de personajes barranquilleros. Actualmente la mesa directiva está conformada por los herederos de quienes fueron los fundadores, apellidos como Fernández Renowitzky, Noguera, Pumarejo Osorio, De la Rosa Manotas, entre otros, están en ese equipo.
Esta empresa periodística tiene por accionistas a empresas jurídicas que se dedican principalmente al mercado inmobiliario. Entre sus accionistas (junto a sus respectivos porcentajes de participación) encontramos a:
Esta empresa periodística tiene por accionistas a empresas jurídicas que se dedican principalmente al mercado inmobiliario. Entre sus accionistas (junto a sus respectivos porcentajes de participación) encontramos a:
Es el segundo diario más importante de la ciudad es La libertad. Su director y fundador es Roberto Esper Rebaje, único accionista de la casa editorial Impresores La Libertad ILL EU hasta el 2017 (año de defunción), a la que también pertenece el periódico El Espacio, que circula en Bogotá (la capital del país). La Mesa Directiva actualmente está al mando de la Dra. Luz Marina Esper Fayad, Directora y CEO.
Otro periódicos que encontramos en la ciudad son:
- Al día, de propiedad de El Heraldo S.A. - Q’hubo Barranquilla (del Grupo Nacional de Medios). Es importante señalar que Q’hubo (periódico tabloide) se publica en varias zonas del país y para el caso del Caribe Colombiano circula en Barranquilla y Cartagena, con información de cada departamento. - Hay otros diarios de orden nacional como El Tiempo, El Espectador y ADN Barranquilla. Este último es de circulación gratuita y también pertenece a El Tiempo, cuyo dueño es: Luis Carlos Sarmiento Ángulo.
Medios Radiales
En Barranquilla el principal periódico que circula es El Heraldo, que se creó con el fin de apoyar la candidatura a la Presidencia de la República de Alfonso López Pumarejo, en 1933, y nace por iniciativa de un grupo de personajes barranquilleros. Actualmente la mesa directiva está conformada por los herederos de quienes fueron los fundadores, apellidos como Fernández Renowitzky, Noguera, Pumarejo Osorio, De la Rosa Manotas, entre otros, están en ese equipo.
Fuentes: Coronel Noguera, H. J., Herrera Delgams, L., & Gutiérrez del Castillo, J. (2017). Observatorio de medios del caribe colombiano. Lalinde, J. M. M. (2016). El poder detrás de la prensa en el Caribe colombiano. Ruta comunicación, (7). https://www.raco.cat/index.php/Ruta/article/download/319795/410015 Monitoreo de Medios. http://www.monitoreodemedios.co/grupo-organizacion-radial-olimpica-sa-oro-sa/

Desafortunadamente, en Barranquilla y en muchas otras ciudades de Colombia, se ha normalizado la presión y las amenazas a periodistas para que no denuncien las irregularidades que encuentran al ejercer su labor, lo que implican una violación a la prohibición expresa de la censura en Colombia y a los estándares de la Corte Constitucional. Sin embargo, el temor de los periodistas a perder recursos de publicidad oficial, a que se le niegue el acceso a la información e incluso, a que atenten en contra de su vida y la de sus familias, hace que se sientan obligados a callar la verdad, que podría abrir los ojos de la ciudadanía ante el origen de ciertas problemáticas sociales.

La censura periodística representa una condena a la ciudadanía a permanecer mal informados, escuchando informes sesgados por una agenda establecida por los dueños de los medios, que, en el caso de barranquilla, también son quienes se mueven dentro de las esferas políticas, por lo cual sostienen intereses dobles y solo buscan favorecer a los grupos élites de la ciudad. Es por esto que es de suma importancia que las personas conozcan verdaderamente el perfil de los dueños de los medios, los cuales son, en última, aquellos que controlan la agenda informativa de los medios locales. A través de esta investigación buscamos visibilizar las problemáticas que enfrentan los periodistas en Barranquilla y evidenciar el poder de influencia que tendrían sus publicaciones en las decisiones sociopolíticas de la ciudadanía si no fuesen censurados.

Lo que opinan los barranquilleros...