Así viajó el COVID-19 a Colombia

Los primeros tres meses del año fueron cruciales para la expansión de la pandemia. La cantidad de personas que entraban y salían de diferentes países fue uno de los factores determinantes para el esparcimiento de los contagios presentes en la actualidad. De hecho, el flujo migratorio fue lo que provocó que el virus se propagara  con  tanta fuerza por todo el mundo, hasta llegar a Colombia.

Con más de mil muertes y más de cuarenta mil casos confirmados, la curva de contagios en Colombia en las últimas semanas ha aumentado con mayor rapidez. Hace aproximadamente un mes, el Ministro de Salud Fernando Ruíz manifestó: “Hemos logrado aplanar la curva y contener la curva de contagio. Los resultados a los que pudimos estar expuestos podrían ser mucho más difíciles de los que tenemos ahora”. Este era el resultado que se buscaba obtener con la medida de aislamiento obligatorio. Sin embargo, la situación actual no deja de tornarse preocupante.

El día cinco de mayo, por ejemplo, el país registró por primera vez su cifra más alta de contagios desde el inicio del brote con un total de seiscientos cuarenta casos. Sin embargo, hasta el veintisiete de mayo se registró otra cifra más alarmante con un total de mil trescientos veintidós casos. Esto significa que se ha presentado un aumento del 104% en el número diario de casos detectados en el país.

Por otro lado, aunque las medidas como el cierre de fronteras lograron disminuir el riesgo de expansión del virus, el último decreto del Gobierno con las 43 excepciones que busca reactivar sectores de la economía se torna igual de preocupante que su tardanza para ordenar el cierre de los aeropuertos. Además, dentro de las medidas decretadas hace algunas semanas por el presidente Iván Duque, se estableció que los vuelos nacionales serán permitidos después del 30 de junio y los internacionales, en agosto. Sin embargo, para Harish Padmanabha, entomólogo de la Universidad de Florida, abrir las fronteras con otros países no supone un gran cambio, ya que existe un brote local. No obstante, el flujo migratorio nacional puede disparar el brote de contagios en las ciudades periféricas.

El tema del flujo migratorio fue una de las primeras preocupaciones para algunos gobiernos. Si bien países como Argentina, China y Canadá actuaron de forma rápida y contundente, Colombia -por ejemplo-, aún después de dos semanas de haberse presentado el primer caso, mantenía la mayoría de sus establecimientos públicos en funcionamiento. Las actividades en el sector migratorio no fueron la excepción. Padmanabha cree que la relación que presenta el flujo migratorio es directamente proporcional a las ciudades más grandes y, asimismo, aquellas que son céntricas de la economía y el turismo nacional.

Según el Ministerio de Salud, del 6 al 19 de marzo se registraron 108 casos en el país. El 80% de esos ingresaron por El Dorado, es decir, 82 personas que ingresaron estaban infectadas. Hasta esa fecha no se había ordenado cerrar los aeropuertos; solo estaba restringido el ingreso de pasajeros extranjeros no residentes al país. Esta medida permitió reducir considerablemente el ingreso de pasajeros en un 70% pasando de veinticuatro mil a aproximadamente siete mil, de los cuales un 96% eran colombianos y un 4% extranjeros residentes en el país.

Luego de eso, del 19 de marzo al 24 de marzo (fecha del último reporte que involucra los últimos vuelos recibidos) se registró un incremento del 350% en los casos. Esto equivale a una cifra de 378 casos confirmados; un 62.5% (236) provenientes del extranjero. Es decir, al cerrar el aeropuerto para personas extranjeras no residentes se mitigó en un 18% el aumento de contagios. A pesar de eso, los casos aumentaron al mantener los aeropuertos abiertos a personas residentes que se encontraban en el extranjero.   

Al analizar las bases de datos de Migración Colombia durante el primer trimestre del año, se evidencia el declive que sufrió el flujo migratorio en las diferentes ciudades del país. Sin embargo, en el caso de aerolíneas como Avianca, los vuelos nacionales e internacionales continuaron sus operaciones a pesar de que en otros lugares del mundo la cantidad de casos diagnosticados era exorbitante. Antes de decretar el cierre de fronteras, por ejemplo, el aeropuerto El Dorado registraba algunos vuelos entrantes desde Estados Unidos.

LOS PRIMEROS TIQUETES DEL COVID-19 EN COLOMBIA

Las cinco ciudades de Colombia con mayor flujo migratorio aéreo fueron Bogotá, Cartagena, Medellín, Barranquilla y Cali. En la base de datos de Migración Colombia se registró que Estados Unidos y España fueron los países que encabezaron la lista de entradas migratorias en estas ciudades colombianas. Al relacionar estos resultados con los datos del Instituto Nacional de Salud (INS), se logró revelar que dentro de los contagiados una gran parte de los casos importados provenía de estos dos países.

Esta relación se comporta de manera diferente en cada ciudad. Por un lado, Bogotá -actual epicentro de la pandemia con el 34.3% de los casos registrados a nivel nacional a finales de mayo- encabeza las listas del flujo migratorio -con aproximadamente 500.000 pasajeros- y también la de los casos detectados -con más de once mil contagiados-. En la base de datos, se encontró que los primeros reportes de COVID-19 en la capital del país fueron importados. El INS confirmó 99 casos procedentes de España, 79 procedentes de Estados Unidos y 24 procedentes de México. Ahora bien, como se mencionó anteriormente, los migrantes que más entradas hicieron a Colombia durante el primer trimestre del año provenían de Estados Unidos, Panamá, México y España.

En la segunda posición se encuentra Cartagena, otra ciudad turística que también presentó un alto flujo migratorio con un total de 141.584 migrantes. Aunque fue menor a la cantidad de pasajeros que recibió Bogotá, a nivel nacional se encuentra como la tercera ciudad con mayor número de contagios. Los primeros casos de Cartagena también fueron importados: cinco provenientes de España, ocho de Estados Unidos y uno de México.

La ciudad de Medellín también reportó un alto flujo migratorio con 112.320 pasajeros. Sin embargo, las cifras de contagio en Medellín no son tan altas en comparación con Bogotá o Cartagena; pues esta, hasta el pasado veintinueve de mayo, solo registraba 198 casos. A pesar de eso, los primeros diagnósticos también fueron importados: 28 provenientes de España, 19 de Estados Unidos y dos de México.

Por otro lado, en el occidente del país, Cali mantuvo un flujo migratorio moderado de 35.401 pasajeros. A pesar de que dentro de los primeros casos registrados 29 procedían de España, 19 de Estados Unidos y cinco de México, la expansión interna del virus se agudiza con el pasar de los días. A causa de esto, una de las principales preocupaciones de la alcaldía radica en que la ciudad se encuentra en exposición con los migrantes venezolanos procedentes de Ecuador, uno de los países más afectados por el virus en toda Latinoamérica. Para ellos, al parecer este factor de “migrantes irregulares” influye en la expansión de los contagios.

En Barranquilla, a pesar de que el flujo migratorio fue moderado con respecto a otras ciudades, con un total de 20.669 pasajeros internacionales, actualmente su número de contagios es de los más altos del país. Doce de los casos fueron importados de Estados Unidos  y diez, de España.

En Villavicencio, el flujo migratorio fue mínimo. Solo se reportaron 1.034 pasajeros; ni la mitad de Cali. No obstante, la cifra de casos sigue siendo alta. El 96% de estos se encuentra en la cárcel municipal de Villavicencio.

Después de comparar los datos, se deduce que los casos importados que registran las ciudades mencionadas concuerdan con dos países de procedencia: España y Estados Unidos, dos de los países con mayor número de casos en el mundo. Asimismo, todas las ciudades también presentan contagios procedentes de México.

Teniendo en cuenta que existe un mayor riesgo de contagio en escenarios donde se hay aglomeraciones y que los aeropuertos principales de Colombia entran en esa categoría, el constante contacto entre la cantidad de personas provenientes de diferentes partes del mundo era alarmante. Por ello, en el caso de Bogotá, al tener el principal aeropuerto del país, la probabilidad de que este flujo haya agudizado el contagio es mayor en comparación con otras ciudades. En todo caso, esta relación de variables deja al descubierto que, mientras el número de contagios actual aumenta de colombiano a colombiano, en un primer momento la llegada de migrantes influyó en la propagación del virus.