La gira del COVID-19 por Latinoamérica

Desde la entrada del COVID-19 a Latinoamérica, el sistema de salud de la región se ha puesto en evidencia con cifras alarmantes hasta la actualidad. Al principio, la Organización Mundial de la Salud pidió evitar la histeria colectiva por la difusión de información y fake news que dramatizaban los casos de la presunta neumonía en Wuhan, y varios países en América Latina no fueron la excepción al bajar guardia como pidió la OMS. Pero una vez el COVID-19 se encontraba en el ambiente, el seguimiento de normas y medidas de contención sugeridas luego por la Organización, estaban siendo un reto para aquellos países con casos importados, que rápidamente se propagaron por contacto físico.

El 26 de febrero se reportó el primer caso de contagio en Latinoamérica, ubicado en Brasil. Es el país más poblado del subcontinente hispano y el que registra el mayor número de contagios y muertes por COVID-19. Hasta la fecha de junio 9, hay más de 742.000 casos registrados. Su presidente, Jair Bolsonaro, tildó de paranoicas las medidas tomadas por los otros países ante la pandemia y anunció el 19 de marzo el cierre de las fronteras terrestres del país por un lapso de 15 días. Una medida similar fue la que tomó el gobierno de Perú desde el 18 de marzo, día en que se declaró emergencia sanitaria e inicio del aislamiento obligatorio por 14 días para aquellos nuevos ingresos al país con origen de Italia, España, Francia y China. El presidente Vizcarra otorgó 380 soles (105 dólares) a las familias en el sector informal, beneficiando a alrededor de 9 millones de personas que representan más del 70% de la economía peruana.  

Así mismo como Perú, el Ministerio de Salud en Ecuador declaró la emergencia sanitaria nacional desde el 11 de marzo, obligando a pasajeros entrantes de España, Italia, Irán, Francia, Corea del Sur y China a permanecer aislados en sus hogares por 14 días. El presidente Lenín Moreno decretó Estado de Excepción en el país. Esta medida incluye el toque de queda desde las 9 p.m. hasta las 5 a.m., suspendiendo todas las actividades dentro de este horario a excepción de las industrias agrícolas, ganaderas, de salud, bancarias y de mercados. La medida también incluye que los militares se aseguren de que la ciudadanía esté cumpliendo con el aislamiento preventivo obligatorio de forma correcta. 

En un caso similar a Ecuador, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, decretó el 18 de marzo el Estado de Excepción por Catástrofe durante 90 días. Esto corresponde a la fase 4: la más grave, según la OMS. Entre las medidas tomadas por el mandatario para la prevención del virus, el cierre de fronteras (sin incluir la entrada y salida de cargas) y el cierre de comercios no esenciales fueron las primeras decisiones puestas en acción. La presencia militar en las calles fue una orden para mantener bajo control a la ciudadanía durante el aislamiento social. 

Por otra parte, Chile suspendió las clases escolares por 14 días para que los profesores pudieran planear qué actividades serían realizadas a través de clases virtuales. Además, se prohibieron las visitas a los hogares geriátricos por los próximos 30 días para evitar el contagio a esta población. También se prohibieron las reuniones y eventos masivos por tiempo indefinido. Para las personas que hicieran caso omiso a las medidas preventivas implementadas en el país, se les impondría una multa hasta de 3.000 dólares. 

 

Caso contrario a los países nombrados anteriormente, México ha sido de aquellos en adoptar menos restricciones para frenar la pandemia. Con más de 100.000 casos, ocupa el cuarto lugar en Latinoamérica, por encima de Ecuador y por debajo de Chile.

El país ha mantenido su frontera aérea abierta a pesar de que su presidente, Andrés Manuel López Obrador, haya acordado  limitar el paso fronterizo vía terrestre con Estados Unidos, con la excepción del paso de trabajadores autorizados e intercambios comerciales. La medida del aislamiento social por 14 días fue tomada como obligatoria para todas las personas sospechosas de estar infectadas. Por otro lado, al entrar a la fase 2 de contención del virus, el Ejército y la Marina fueron movilizados para establecer los planes de contingencia y de apoyo a la población. Adicionalmente, el gobierno anunció la creación de un fondo de 125 millones de dólares para afrontar esta pandemia. La Secretaría de Educación Pública adelantó las vacaciones de Semana Santa y, a su vez, anunció la suspensión de clases presenciales durante un mes desde el 20 de marzo al 20 de abril. Y  se suspendieron las actividades no esenciales para reprogramar los eventos masivos. 

 

En Colombia, sexto país en la lista, el Ministerio de Salud y Protección Social mediante la resolución número 385 del 12 de marzo declaró emergencia sanitaria en el país y se empezaron a adoptar las respectivas medidas para afrontar el virus. Como primera medida se prohibieron los eventos con más de 500 personas. Se le ordenó a los establecimientos comerciales, mercados y al servicio de transportes públicos implementar medidas de bioseguridad para evitar la propagación del COVID-19 y, en la medida de lo posible, los ciudadanos debían implementar el teletrabajo.

El presidente Iván Duque declaró el 24 de marzo el aislamiento preventivo obligatorio para todos los ciudadanos colombianos. Estas medidas preventivas se basaron en un “modelo mixto”, que empezó con la prohibición de la entrada de vuelos internacionales y el cierre de fronteras. Además, se ordenó un distanciamiento físico, la cancelación de clases presenciales escolares y universitarias y se prohibió la asistencia a lugares y eventos con alto flujo de personas. 

Por último, el aislamiento obligatorio para los adultos mayores de 70 años fue ordenado hasta el 30 de mayo. La cuarentena ha sido extendida hasta el 31 de agosto y solo se les permite salir de sus casas para asuntos de primera necesidad o emergencias. 

 

Argentina es el séptimo país en América Latina con más casos de COVID-19. En este país, se presentó la primera muerte en la región, tratándose de un hombre de 64 años contagiado en Francia que padecía de enfermedades preexistentes. Las medidas decretadas por Alberto Fernández, presidente del país, fueron implementadas por etapas. En primera instancia, el Gobierno anunció una cuarentena obligatoria a quienes llegaran al país desde China, Corea del Sur, Japón, Irán, Estados Unidos y Europa, al igual que Perú y Ecuador.

Así mismo como en Colombia, en Argentina solo es posible salir para abastecerse de productos de primera necesidad, como alimentos y medicamentos. Y a los trabajadores en el área de la salud, en la producción de alimentos, de medicamentos y a los trabajadores de seguridad se les tiene permitido continuar con sus labores bajo las medidas de bioseguridad y de prevención. 

 

El siguiente país en la lista es República Dominicana. Su primer caso fue reportado el primero de marzo y se trató de un caso asintomático importado de Italia. A partir del 17 de marzo, el presidente Danilo Medina decidió suspender las actividades escolares y universitarias, el cierre de fronteras, la cancelación de eventos masivos, la llegada de cruceros y se hizo efectivo el cese de actividades comerciales no esenciales para el sustento de los ciudadanos. Desde el 20 de marzo al 18 de abril, se declaró toque de queda para todos los ciudadanos desde las 8:00 p.m. hasta las 5:00 a.m., exceptuando a los trabajadores de la salud. Además, a las personas mayores de 60 años con alguna enfermedad preexistente se les ordenó permanecer en sus casas en un confinamiento obligatorio, medidas similares a las adoptadas en Chile, Ecuador y Colombia.

 

Panamá se posiciona como el noveno país en Latinoamérica con más casos confirmados. El primer caso de COVID-19 llegó al país el 9 de marzo y a partir del 12 el presidente Laurentino Cortizo declaró al país en estado de emergencia luego de registrarse los primeros 27 casos. Como primera medida se declaró el aislamiento social, la suspensión de clases escolares y universitarias, el cierre temporal de fronteras, de puertos y del aeropuerto. En común con los países antes mencionados, el Ministerio de Salud anunció que desde el 1 de abril solo se podía hacer salidas de emergencia según el género (medida también impuesta en Bogotá, Colombia) y únicamente podrían salir para suplir necesidades esenciales por un tiempo límite de dos horas. 

El comercio y todo lo que implique grandes masas de personas quedaron prohibidos hasta nueva orden. Para las personas mayores de 70 años las salidas han sido permitidas con acompañantes si así lo requieren. 

El décimo país en la lista es Bolivia. El gobierno boliviano decretó unas medidas generales para la prevención y contención de la pandemia, reglamentando el aislamiento social preventivo por 14 días para evitar la propagación del virus. Además, las personas que manifiestaran síntomas durante este periodo debían asistir a un establecimiento de salud y evitar actividades en las que haya aglomeración social. Se mantuvieron los protocolos de contención y vigilancia epidemiológica en todos los aeropuertos y fronteras, que fueron cerradas luego de que se cancelara la movilidad internacional de todo tipo. 

Similar a las medidas de Perú y Ecuador, como medidas de prevención, el presidente de Guatemala (puesto 11), Alejandro Giammattei, ha prohibido la entrada de ciudadanos de ciertos países europeos y de Irán, China y Corea del Sur. El gobierno guatemalteco ha aprobado una serie de ayudas económicas para darle compensación a las familias más vulnerables, medida similar a la tomada en el Perú; y las visitas de recreación personal a lugares públicos y la venta de alcohol. A partir del día 15 de marzo, se cancelaron todos los eventos públicos y aglomeraciones. También se ordenó el cierre de los colegios y de universidades públicas y privadas. Además, hubo un toque de queda desde las 4:00 p.m a las 4:00 a.m. para contener el virus. Aquellas personas que violaron esta regla fueron penalizados, igual que en Chile.

En Honduras, el sector microempresarial ha visto sus operaciones disminuir y sus ingresos llegar a cero. Es por esto que el gobierno decidió suspender el pago de deudas atrasadas de este sector, incluyendo préstamos bancarios. El presidente Juan Orlando Hernández afirmó que todas esas ayudas eran para el beneficio de los afectados por el virus. Una de las medidas preventivas escogidas, similares a las de Chile, fue el toque de queda a nivel nacional. Con respecto al sistema educativo, decidieron aplicar igual que en casi todos los países: implementaron las clases y tareas en modalidad virtual. Honduras ya ha cumplido un tiempo de la suspensión de labores educativas. Se ha detenido la producción del país, lo que ha afectado la vida diaria de los ciudadanos y, sobre todo, la economía del país.


En el caso de El Salvador, ha sido de los países latinoamericanos en reportar el mínimo de casos. La comisión municipal de San Salvador prorrogó el cordón sanitario en el centro capitalino como parte de las medidas adicionales, donde las alcaldías se sumaron a los esfuerzos del Gobierno para evitar los contagios masivos de COVID-19. En El Salvador, se implementaron nuevas medidas que permitieron a las fuerzas de seguridad detener a las personas que se encontraran la calle para evaluar su estado de salud y determinar si deben ser dirigidas a un centro de contención o a cumplir la cuarentena obligatoria en casa.

Según la disposición del gobierno, los empleados públicos pueden salir a trabajar. En el caso del sector privado, están autorizados los rubros que se consideren necesarios para que el país siga funcionando. El resto debe quedarse en casa, y solo un miembro de la familia puede salir dos veces por semana a comprar alimentos o medicinas. Medida similar a la tomada en Colombia. 

El siguiente país es Haití. El presidente puso al Primer Ministro al frente de las gestiones gubernamentales para enfrentar el nuevo coronavirus. Y que hasta la fecha ha adoptado medidas que han paralizado las actividades sociales, económicas y educativas en el país, siguiendo a los casos del resto de países latinoamericanos. También, el gobierno informó en mayo la extensión del estado de emergencia sanitaria por otros dos meses y las reuniones o actividades con aglomeraciones de más de cinco personas en público y privado quedan prohibidas. En mayo, notificaron sobre la llegada al país de un séptimo lote de suministros y equipos médicos para el tratamiento de la pandemia en las instituciones sanitarias, junto al intercambio de experiencias sostenido con sus pares de República Dominicana.

El país en el puesto número 14 es Cuba, que es considerado como uno de los países con un modelo de vigilancia agresivo frente al virus. Actualmente, cuenta con más de 2.000 contagios, más de 1.000 recuperados y alrededor 80 muertes. Este país ha utilizado una estrategia de la Organización Mundial de la Salud que consiste en desarrollar pruebas cada día para saber y controlar el número exacto de contagiados. Durante los primeros 45 días después de que el primer caso llegó a Cuba, fueron realizadas 802 pruebas en promedio por día, para así acercarse a los números exactos. 

Por otro lado, Cuba fue uno de los países que instaló hospitales de campaña en unidades educativas, predios universitarios y otras instalaciones dentro del país. Además, al ver que los primeros casos eran importados, el Gobierno decidió cerrar las fronteras del país; a pesar de que depende en gran medida del turismo internacional. Al mismo tiempo, los turistas que todavía están presentes en la isla han sido puestos en cuarentena obligatoria.

El presidente cubano, Miguel Díaz Canel, declaró la cuarentena el 4 de abril. Como parte de sus primeras medidas, se suspendieron las clases escolares durante un mes. Además, le solicitó un distanciamiento social a los ciudadanos para evitar la propagación rápida del virus. La que se ha establecido en todos los sitios públicos y centros de trabajo de manera obligatoria. Además de los aislamientos preventivos obligatorios, se crearon brigadas con estudiantes de medicina y odontología, quienes recorren las calles de la isla con el objetivo de encontrar nuevos posibles contagios.

 

Venezuela se encuentra en el puesto 115 de países con mayor cantidad de infectados. Son más de 2.000 los casos confirmados por coronavirus en el país, 20 las muertes contabilizadas a causa del virus y más de 200 recuperados. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ratificó la disposición de recibir a través de la OMS y de la OPS la ayuda humanitaria y donación de cualquier país o gobierno. “Estamos listos para coordinar el apoyo internacional”, expresó el mandatario venezolano. El gobierno venezolano ha habilitado 46 centros de salud en el país con el fin de disponer de espacios para atender los casos de infectados, según informes del Ministerio para la Salud. Entre las medidas adoptadas por el presidente Maduro, se encuentran la prohibición de eventos públicos, aglomeraciones, cierre de museos y restaurantes con la excepción de funcionar a domicilio y la suspensión de clases en todos los niveles desde el lunes 16 de marzo. 

El gobierno de Costa Rica (puesto 16) anunció el lunes 27 de abril medidas de flexibilización de las tomadas para prevenir la propagación de la pandemia. El presidente Carlos Alvarado señaló que desde el viernes 1 de mayo los sitios sociales como cines, teatros, gimnasios, y peluquerías podrían reabrir con límites de horario y con un tope de clientes. A su vez, después de ver todos los casos de contagiados y de recuperados, el Ministro de salud, Daniel Salas, mencionó que entraron a una nueva etapa. Costa Rica mantiene el cierre temporal de sus fronteras, playas, bares, parques nacionales, iglesias y centros educativos.

El ministro Salas mencionó que es importante evitar una segunda ola pandémica, pero a su vez se debe poder tomar pronto algunas decisiones que permitan recuperar la actividad económica en Costa Rica.

 

En concreto, son más de 1.000 los casos confirmados por la Organización Mundial de la Salud en Nicaragua, de los que hay más de 300 recuperados y más de 40 muertes. Un informe del Observatorio Ciudadano afirma que son ya 431 los casos sospechosos de coronavirus en Nicaragua. El documento toma en cuenta los casos reportados por el Ministerio de Salud. 

El gobierno enfatiza el lavado de manos con agua y jabón durante 20 segundos las veces necesarias, el no tocarse la cara sin lavarse las manos, guardar distancia personal de 1.5 metros, cubrir el rostro al estornudar y toser, limpiar las superficies de la casa y trabajo. En caso que una persona presente síntomas respiratorios o cuide de algún paciente, debe usar mascarilla. En el caso de los adultos mayores y pacientes enfermos crónicos, las recomendaciones de medidas de bioseguridad informadas deberán ser más extremas.


Paraguay es el país en el puesto número 19 en la lista de casos más graves de COVID-19 en América Latina. Ha sido un gran ejemplo para frenar el virus, ya que en el momento en que el país solo contaba con dos casos, el Gobierno ordenó una cuarentena de 15 días que establecía la suspensión de las actividades académicas en todos los niveles educativos, así como de cualquier evento de asistencia masiva, como conciertos, congregaciones religiosas, políticas y actividades en lugares cerrados como cines o teatros. Actualmente, se han reportado más de 1.000 casos de infectados en Paraguay, 11  muertos y más de 500 recuperados. 

 

En el caso de Uruguay, es importante mencionar que es un país de aproximadamente 3.449.299 habitantes. Ocupa el puesto número veinte de casos confirmados en América Latina con más de 800 casos.  El 13 de marzo se confirmó el primer caso del virus.

Como medida de prevención para el coronavirus, se realiza una intervención sanitaria y un monitoreo permanente en todas las casas de salud del país en conjunto con las instituciones privadas de la salud. Así lo afirmó el Secretario de presidencia, Álvaro Delgado. A partir del primer caso positivo de COVID-19, las autoridades decidieron comenzar a realizar testeos aleatorios. También, el gobierno anunció que el uso de tapabocas será obligatorio en almacenes, supermercados y en lugares donde se aglomera mucho público. 

El Banco Central decidió implementar cambios en la política monetaria y tiene intenciones de reducir la inflación. Por otro lado, el gobierno ordenó que se realizaran pruebas a los profesores y auxiliares que retomen las clases en escuelas rurales, en las que no se han confirmado casos. Se decretó un cierre parcial de fronteras, que implica la cuarentena obligatoria de 14 días para los pasajeros provenientes de países que se declararon de riesgo o sintomáticos, y se prohibió el ingreso de pasajeros o tripulantes de cruceros. Como en la mayoría de países, los espectáculos públicos han sido suspendidos, así como las misas, los cines, teatros, museos, casinos y almacenes permanecen cerrados. 

Los últimos pensamientos en común sobre el futuro de Latinoamérica con respecto al comercio y sistemas de salud no resultan del todo positivos. Según la politóloga de la Universidad del Norte, Gloria Prasca:

“los países latinoamericanos podrían entrar en una crisis mucho más grave, dado que cuentan con economías débiles que se han visto golpeadas fuertemente por las medidas de confinamiento contra la crisis”.

Todos son países con brechas económicas grandes. La mayoría de su población está dentro de los límites de la pobreza y la informalidad y, por lo tanto, podrían llegar a ser los países con mayor afectación causada por la pandemia. Como se mencionó en los casos de Perú y Colombia, los gobiernos hacen lo posible por no abandonar a las poblaciones más vulnerables y en riesgo: comunidades de bajos recursos, trabajadores informales y personas de la tercera edad. No obstante, el punto final luego de la gira del COVID-19 por América Latina será, en definitiva, el momento más esperado por todos, ya que por las economías débiles en esta región, actualmente se les considera a estos países como el próximo epicentro del virus.