Las vidas que salva la distancia

Aunque China fue el primer país en declarar cuarentena el 23 de enero, el virus ya se había esparcido en diferentes partes del mundo. El gobierno italiano, por ejemplo, decidió también  decretar esta medida el 15 de marzo, ante el aumento incontrolable de casos. Cuando la OMS declaró al COVID-19 como pandemia, el aislamiento obligatorio y el distanciamiento social se implementaron como las principales medidas de prevención contra el virus. 

Distanciamiento social: medida clave para la prevención

Teniendo en cuenta que el contagio se produce cuando un persona infectada esparce el virus a través de la tos o estornudo, limitar el contacto físico permite que se reduzca la probabilidad de esparcimiento si se hace de la forma correcta, es decir, manteniendo una distancia de mínimo seis pies (aproximadamente la longitud de dos brazos) de distancia, evitando las reuniones en grupos y alejándose de las aglomeraciones. 

El rápido incremento en el número de casos en países como Gran Bretaña, Italia, España, Estados Unidos, Ecuador y Colombia en un primer momento se debió a que estas precauciones no fueron tenidas en cuenta. A pesar de que se terminaron implementando, la curva sigue en aumento. 

Según Melissa Reyes Díaz, especialista en Medicina Interna que ejerce en la Base Naval sede Barranquilla, con el distanciamiento social se puede llegar a disminuir los casos de un 44% a 81%, y las muertes de un 30% a un 60%. Pero, ¿por qué el intervalo es tan amplio? La doctora afirma que se debe a que son cifras calculadas teniendo en cuenta información de estudios recientes con estadísticas poco contundentes y algunas proyecciones sobre lo ocurrido en situaciones con virus similares, como lo fueron el SARS y el MERS. De acuerdo con esos estudios comparativos, se puede prevenir el contagio de más del 50% de la población y así disminuir la curva.

Para Díaz, la medida de distanciamiento social decretada por el gobierno resulta ser altamente efectiva. Sin embargo, si este método se hubiese implementado con anterioridad, la propagación del virus sería menor. Además, cuando se le pregunta si considera que las personas están cumpliendo correctamente con esta medida, Díaz responde: Definitivamente, no. Gran parte de la población actúa como si fuese inmune a la enfermedad haciendo caso omiso a las recomendaciones. Lo vemos a diario en las noticias y en las redes sociales: personas en la calle como si nada ocurriera. Creo que en este sentido, son de suma importancia las acciones que han tomado las autoridades al decretar toque de queda y suspender el transporte público. Todo esto con el fin de conservar el distanciamiento social y ralentizar la curva de contagio. Entiendo que en nuestro país hay innumerables problemas sociales y económicos, pero la salud es un tema prioritario y prevenir la enfermedad con el aislamiento social, hasta el momento, es nuestra única opción”. 

Cuando se le preguntó al patrullero Jorge Durán de la Unidad de Control y Seguridad Vial a qué se debe que las personas salgan de sus casas pese al estado de cuarentena obligatoria, menciona que eso depende de la fluidez económica de cada familia. Muchas de ellas dependen de la labor diaria para ganar su sustento. Para estas familias, la cuarentena los perjudica pues tanto sus ingresos como su bienestar se ven afectados. 

Algunos expertos habían afirmado que para el 20 de marzo se esperaba una cifra de contagios más alta de la registrada, con un total de seiscientas trece mil treinta y siete personas infectadas, si no se tomaban las medidas de mitigación necesarias. Sin embargo, un mes después no se tenía ni la cuarta parte de esos casos registrados. 

Analizando la base de datos del Instituto Nacional de Salud entre marzo y abril, algunas ciudades como Medellín, Valledupar, Armenia, Bucaramanga disminuyeron sus casos desde el pasado 24 de marzo, momento en que se evaluó el confinamiento. 


Teniendo en cuenta que el ritmo reproductivo básico del virus, que mide el número de personas que es capaz de contagiar directamente cada paciente, el del COVID-19 es de aproximadamente 2,5 personas. Esto quiere decir que durante un mes una sola persona puede contagiar alrededor de 244 personas más. 

El confinamiento ha ayudado a que ciudades como Bogotá, donde se pensaba que a fecha de hoy tendría el triple de casos reportados. 

Ciudades como Cali también se han mantenido; entre marzo y abril solo los diferencia 100 casos. Cúcuta se mantiene como 36 casos, un más que en marzo.

Gracias a la cancelación de vuelos, que podría considerarse un tipo de confinamiento, los casos por países de procedencia o importados han reducido.