“He intentado dirigirme a bienestar académico, pero me arrepiento porque pienso que estoy siendo exagerado y que es normal la carga en nuestra carrera”

A los jóvenes universitarios poco les gustan hablar sobre las afectaciones en su salud mental y las implicaciones que esto ha tenido en la vida de cada uno de ellos, sin embargo, algunos estudiantes de la Universidad del Norte han decidido contar sus experiencias y percepciones sobre el impacto que han tenido en la salud mental a raíz de sus estudios profesionales. Varios de ellos comparten ciertas conductas o factores que consideran como causantes de problemas en la salud mental. Entre ellos se destaca la carga académica, el cumplimiento de las expectativas personales o familiares y el estrés académico.

Entrevista a estudiantes

El estrés académico constituye una de las alteraciones más comunes en los jóvenes, debido a que es una reacción natural del organismo ante determinado evento. No obstante, al no tener control sobre esta respuesta biológica, se desencadenan diversos problemas.

El estrés repetido produce alteraciones hormonales que dan lugar a que se puedan desarrollar complicaciones importantes para la salud, como pueden ser la hipertensión arterial, aterosclerosis, cáncer, depresión, obesidad, entre otras.”

Afirma el Dr. Javier Salvador, Especialista del departamento de Endocrinología en la Clínica Universidad de Navarra.

Así mismo, el programa Nodo Caribe y la Red de Programas Universitarios en Colombia, actualmente cuentan con cinco programas: derecho, psicología, trabajo social y maestrías en familia junto a psicología. En estos espacios se abordan reflexiones desde la educación superior en torno a la familia, desarrollo y funciones. Los programas antes mencionados, han realizado investigaciones referentes al estrés académico durante una de las épocas más duras, la pandemia del Covid-19. “Frente a la pregunta sobre con qué frecuencia se ha sentido estresado, el 30% dice que muy a menudo y el otro 30% dice que es muy duro. Es decir, el 60% de 720 estudiantes. Sólo un 1% dice que no ha sentido esto”, explica Yolima Alarcón, coordinadora nacional de la red de Programas Universitarios en Familia y el Nodo Caribe, doctora en Psicología, especialista y magíster en desarrollo familiar. 

Por otro lado, hay que tener presente la manera cómo afecta emocionalmente a los estudiantes esta problemática.  “Las señales del estrés a nivel emocional son la frustración, irritabilidad, tristeza, emociones negativas que pueden ser muy destructivas, pero, por el contrario, si aprendemos a manejar nuestras emociones y a transformar esos sentimientos a positivos nos permitiría realizar las cosas a tiempo y evitar el estrés”, Expresa la Dr. Pilar de Castro, Especialista de Psiquiatría y Psicología (Clínica Universidad de Navarra). 

Infomed y su revista médica MultiMed agregan las causas producidas por el estrés y carga académica en los universitarios 

  1. Competitividad grupal.
  2. Realización de un examen o parcial.
  3. Sobrecargas de tareas.
  4. Exposición de trabajos en clase.
  5. Exceso de responsabilidad.
  6. Intervención en el aula (responder a una pregunta del profesor, realizar preguntas, participar en coloquios, etc.)
  7. Asistencia a monitorias.
  8. Ambiente físico desagradable.
  9. Sobrecarga académica (excesivo número de créditos, trabajos obligatorios, etc.)
  10. Tiempo limitado para hacer el trabajo.
  11. Problemas o conflictos con tus compañeros (trabajo grupal). 

Por esta misma razón, se realizó una encuesta a 10 estudiantes, 2 parejas por carrera: medicina, ingeniería, comunicación social y periodismo, arquitectura y psicología. Con el objetivo de conocer cuál de las causas mencionadas por Infomed se evidencian más en su carrera.  

Así mismo, muchos estudiantes pueden entender dichos resultados con responsabilidades y objetivos para su carrera. Sin embargo, muchas de estas causas están relacionadas con las consecuencias de un estrés, ansiedad y desgaste académico. Por tal razón, es importante estar alerta para evitar que el problema siga creciendo, según la revista MultiMed. 

  1. Falta de concentración, fatiga intelectual, inapetencia a las tareas habituales, descuidos. 
  2. Dificultad de recuperación, que produce un agotamiento constante. Se hace difícil levantarse por la mañana. 
  3. Descenso del rendimiento intelectual o físico, depresión, tristeza. 
  4. Nerviosismo, exceso de actividad, ansiedad, angustia. Impaciencia, irritabilidad. Se descarga la tensión al menor estímulo sin importancia. 
  5. Insomnio. Produce falta de descanso que agrava aún más la situación. 
  6. Acidez de estómago, indigestión, digestiones difíciles. Dolor de cabeza con excesiva frecuencia. 
  7. Tics y movimientos involuntarios. Tabletear sobre la mesa, dar vueltas a un bolígrafo, etc. 
  8. Dolores de espalda y cuello. La tensión se acumula sobre los músculos de la espalda. 

Si se prolongan los casos de estrés puede tener consecuencias a largo plazo, debido a que, si no se sale de ese momento de estrés, el cuerpo sigue produciendo hormonas para manejar la situación lo que con el tiempo puede desgastar a la persona tanto física como mentalmente. El estrés puede llevar a las personas a tomar medidas sin haber consultado a un profesional, lo que desencadena el uso constante de alcohol y drogas alucinógenas. En este sentido, lo ideal es que los estudiantes planifiquen las actividades, analicen las técnicas de estudio implementadas, mantengan una buena alimentación, duerman lo suficiente y busquen un equilibrio entre la universidad y la vida social. 

Por tal razón Martínez y Díaz (2007) sostienen que el fenómeno del estrés se lo suele interpretar en referencia a una amplia gama de experiencias, entre las que figuran el nerviosismo, la tensión, el cansancio, el agobio, la inquietud y otras sensaciones similares, como la desmesurada presión escolar, laboral o de otra índole. 

Antes de dormir necesito escuchar música, usualmente mi favorita, así me relajo y me olvido de toda la carga del día, comenta Luisa Arango, estudiante de 6to semestre de Medicina de la Universidad del Norte.  

Algunos estudiantes comentaban en su grupo de amigos los obstáculos o pensamientos que les surgen al pensar dirigirse a psicología. 

“He intentado dirigirme a bienestar académico, pero me arrepiento porque pienso que estoy siendo exagerado y que es normal la carga en nuestra carrera”, comenta Santiago Correa, estudiante de 6xto semestre de medicina de la Universidad del Norte.  

“Tengo muchos compañeros que prefieren comentarle sus problemas o situaciones a sus amigos. Pienso que sucede por la poca interacción que hayan tenido en su pasado con un profesional referente a la salud mental”, comenta Dayron Escorcia, estudiante de 6xto semestre de ciencias políticas y gobierno de la Universidad de Norte. 

De igual forma, la Universidad ICESI de Santiago de Cali, realizó un estudio en 2021 referente a la salud mental de los universitarios, en el que analizaban la Encuesta Nacional de Salud Mental (ENSM, 2015), donde se tomaron los siguientes datos:  

  1. Alta prevalencia de sintomatología depresiva y ansiosa con presencia de al
    menos 4 síntomas en el 50,5% tanto en adolescentes (de 12 a 17 años) como
    en adultos (de 18 a 44 años).

2. Presencia de al menos un comportamiento de riesgo para Trastornos
Alimentarios en el 9,3% de los adolescentes y en el 9,1% de los adultos
jóvenes.

3. Consumo de sustancias como alcohol, cigarrillo y marihuana. Para la
primera, se reporta un consumo en el 20,4% de los adolescentes, porcentaje
que aumenta a 45,8% para el caso de los adultos. Para la segunda, un
consumo de 5,8% en los adolescentes, el cual también aumenta para los
adultos, con un porcentaje de 15,9%. Para la tercera sustancia, se reporta
consumo en el 3,5% de los adolescentes y en el 6,3% de los adultos.

4. Presencia de conductas suicidas en las que la ideación es de 7,4% y de 6,6%
en mayores de 18 años y en adolescentes respectivamente (4.2% en
estudiantes universitarios) y que el intento de suicidio es de 3,1% para
adultos y de 2,5% para adolescentes (1.3% en estudiantes universitarios)

Según Glasscote & Fishman (1973) “los servicios psicológicos universitarios son una de las estrategias para hacer frente a la gran variedad de problemáticas a las que se encuentra expuesta la población universitaria”. Sin embargo, Eisenberg, Golberstein & Gollust (2007) encontraron que entre el 34% y el 84% de los universitarios presentaban ansiedad y depresión, no utilizaron los servicios prestados por la universidad. De igual manera, Nogeira, Rossi & Lacerda (2011) encontraron que acudían a los servicios de salud mental el 33% de los estudiantes con ansiedad, el 27% de los estudiantes con depresión y el 20% de los estudiantes tenían una percepción baja de su vida.