EL LEGADO DE LOS CHAR ZASLAWY

Por Gabriela Arana

La inmigración de los pueblos árabes en Colombia ha sido una de las más fuertes e importantes en el país, pudiéndose considerar el país hispano hablante con más descendencia árabe. Su presencia más evidente es en la costa Caribe, esto se remonta al año 1880 cuando la mayor parte de los libaneses ingresaron por el norte del país específicamente por la zona de Puerto Colombia. Se dice que debido al clima semejante al del Levante Mediterráneo y a que la movilización era muy compleja hacia el resto del país muchos se asentaron en Barranquilla y en Cartagena. Además, la cercanía con Puerto Colombia suponía un escenario propicio para el comercio.

La primera oleada de inmigración de estos árabes (turcos) ocurrió entre 1880 y 1920, provenientes de Palestina, Siria y Líbano, los cuales escapaban de las persecuciones del Imperio Turco-Otomano. Adicionalmente, había quienes huían del servicio militar obligatorio y los que buscaban mejores oportunidades, pues tanto Siria como el Líbano estaban azotados por una fuerte crisis económica (legado Inmigrante en el Atlántico, s.f.). Les decían ‘turcos’ porque traían consigo el pasaporte del imperio Turco-Otomano; sin embargo, el apodo los hacia enojar puesto a que los llamaban igual a quienes los habían denigrado y les habían quitado su tierra. “La realidad es que llegaron del Líbano, Palestina, Siria y Jerusalén, pero con el tiempo fueron entendiendo que el apodo no era más que la costumbre costeña de perder cuidado con el rigor” (Carrillo y Cuevas, 2011). Poco a poco se fueron encantando con la costa Caribe, de ahí apellidos como Muvdi, Manzur, Abuchaibe, entre otros, empezaron a establecerse en la sociedad barranquillera y en la costa Caribe colombiana. Al principio, les costó adaptarse al idioma español y fueron constantemente víctimas de discriminación por la élite empresarial ya instaurada en la región, la cual se vio amenazada por la destreza excepcional para el comercio de los inmigrantes árabes.

Entre estos inmigrantes hábiles, llegó Nicolás Char Zaslawy, el sirio que fundó una familia próspera en el caribe y desde cero creó un vasto imperio. La historia empieza en agosto de 1924 cuando Char llegó por Puerto Colombia. Venía de Damasco, luego pasó a Calamar. De ahí, siguió a San Antero y luego, por el río Sinú, hasta llegar a Cereté. Después llegó a Ciénaga de Oro, donde una prima materna llamada Zakie. Pocos días después tomó la decisión de establecerse en Lorica [Córdoba] donde la colonia árabe era numerosa (Diaz, 2012).

Fuad, Arturo y Alex Char. Familiares de los Char Zaslawy.

La época en que Nicolás Char llegó, coincidió con el auge comercial e industrial de la región. El pionero de los Char montó una tienda y sus primeras ganancias le permitieron enviar monedas de oro a su familia en Damasco. Cada mes les envió más monedas de oro a sus padres, que recibieron este regalo felices y agradecidos porque pudieron cubrir los gastos de sus otros ocho hijos. Dos años después llega su hermano mayor Ricardo Char Zaslawy, también por la zona de Puerto Colombia. Ricardo vio el metal precioso como una oportunidad y llegó al país con la idea de instalar un taller de joyería. Allí comercializaba lo de cualquier cacharrería: hilos, agujas, botones, papeles, lápices, jabones, aceites y uno que otro artículo de botiquín y medicamentos de primera mano” (¿Quiénes son los Char?, 2022). La pasión de emprendedor de Ricardo contrastaba en cierta medida con su amor por la lectura y la poesía. Su modo de estrategia comercial era pasiva, de igual forma el negocio que “se reducía simplemente a la tienda y una finquita con vacas y terneros de engorde” (Sierra, J. s.f.) rentaba lo suficiente como para tener una vida digna.

Años después, específicamente en el año 1955 Ricardo sufre un accidente de tránsito, pero esto no lo limitó. Al sufrir el accidente puso al mando a su primogénito Fuad Char. Fuad quien en su momento era cadete de la Escuela Naval de Cartagena tuvo que dejar todo y hacerse cargo del negocio de su papá y ponerse al frente como lo sigue haciendo hoy en día. Fuad, de 17 años y sin experiencia alguna tomo el mando por varios años lo que le permitió analizar los productos de mayor venta, los fármacos y productos de farmacia. Con esto descubrió su pasión por los negocios y a lo que se dedicaría. “Pidió a su papá en 1956 que lo respaldara para abrir un segundo almacén (más bien droguería)” (¿Quiénes son los Char?, 2022).

Segunda tienda Olímpica en Barranquilla, 1950.

Para obtener beneficios según las tendencias del país, Olímpica evolucionaba con el paso de los años sus formatos al autoservicio en los setenta. Continuó creciendo por la costa y su política de precios bajos se consolidó en todos los formatos. Sin la iniciativa y perseverancia de los inmigrantes sirios Nicolas y Ricardo Char Zaslawy, el clan Char no hubiera logrado establecer hoy en día “350 almacenes supertiendas y droguería Olímpica S. A. en 105 municipios de 21 departamentos generando 5.7 billones en ventas en 2017” teniendo así el puesto número 14 en el país por ingresos y el segundo puesto en la región caribe.

Fuentes