Lilibeth, de 21 años, ha perdido la cuenta de las veces que se ha gozado un picó. No rechaza ningún género, ya que puede ella misma se considera salsera, champetera, regguetonera, y hasta yuquera (término utilizado para el gusto por la música vallenata). Entre jóvenes hay un entendimiento colectivo de que la champeta le gusta a cualquier picotero, sea joven o adultos mayores. Sin embargo, Lilibeth, y muchos jóvenes de su edad, se aferran al pensamiento de que la cultura picotera debe avanzar junto a ellos y no remitirse solo a sus raíces. ¿Y bien? ¿Qué hay de los adultos mayores quienes no abandonan los gustos de sus antecesores? Jesús y Lilibeth mantienen fuertes confrontaciones con sus tíos que en repetidas ocasiones les hacen saber que “la música de ahora” no tiene gracia, no es bailable y por ende no es gozable.