Desde otro ángulo, DJ Demoledor, un pionero de la escena picotera, recuerda cómo comenzó a hacer música. “Antes lo que hacía era tomar ideas de canciones africanas, agregarles mis sonidos y crear los famosos loops“, cuenta el productor. En su época, el trabajo con el micrófono y el computador era más tosco, pero eso no le impedía crear sonidos frescos para la comunidad. “Ahora todo es más práctico”, dice, refiriéndose a la revolución tecnológica que ha transformado la manera de producir la música picotera. Sin embargo, lo esencial sigue siendo lo mismo: que la gente “se prenda” y se deje llevar por el ritmo. “Si la canción no mueve al público, no se pone más”, asegura Demoledor. El trabajo de un productor no está completo hasta que el público lo aprueba. Este testimonio recalca que la música es un juego de aceptación mutua entre el creador y la audiencia.