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Leidy Salgado: El nuevo aire del vallenato femenino

Por: María Belén Chicangana Salas
Cortesía: Leidy Salgado

Lady Diana Spencer, mejor conocida como la princesa Diana, falleció en medio de un aparatoso accidente de tránsito en 1997. Su partida marcó a toda una generación, causando que muchos buscarán la forma de homenajear su legado. Entre ellas, bautizar a una buena cantidad de niñas con nombres homónimos. Fue justo por ello que, 5 años después, Nancy Guzmán y Manuel Salgado optaron por nombrar a su primogénita de la misma forma, dándole al nombre un toque latino bastante tradicional.

En países de habla hispana, es común que los nombres en inglés no sean escritos de forma exacta, sino con base en su sonoridad. Por lo tanto, la pareja bautizó a la pequeña “Leidy”, tal como se escucha la palabra “Lady” en inglés.

Desde entonces, parece que su destino estaba sellado, porque si bien la princesa de Gales nunca llegó a ser reina, la joven sí que se convirtió en una, pero en este caso no de un país como Inglaterra, sino de uno de los géneros musicales más importantes de Colombia: el vallenato.

Con 19 años y casi la mitad de su vida incursionando en la música, Leidy Carolina Salgado Guzmán se ha convertido en una de las promesas vallenatas femeninas más populares del momento. Por ello, a través de su mágica historia personal, narra el momento en que escuchó el llamado del acordeón, y sobre todo, lo que ha hecho con este desde entonces para destacar como cantautora y demostrar el potencial que representan las juglaresas para el futuro del vallenato.

Presagios de una reina

Incluso antes de su llegada al mundo, Leidy ya llevaba (literalmente) el vallenato en la sangre. Conocido como uno de los primeros reyes del Festival Vallenato de Apartadó, su padre, Manuel Salgado, goza de una gran reputación como acordeonista al haber acompañado más de trescientas canciones de diversos artistas. Por ende, a principios de los 2000 este decidió probar suerte e irse con su madre a Medellín, lugar donde Leidy nació el 1 de enero de 2002. Allí vivieron 4 años, hasta que la falta de oportunidades laborales los obligó a regresar a Apartadó, municipio de Urabá donde la joven se crió viendo a su progenitor dictar clases de acordeón en la escuela vallenata del pueblo.

De esa forma, la música se volvió una constante en su vida. Tanto así, que en navidad sus regalos para el niño Dios eran notablemente inusuales para su edad. “A diferencia de mi hermana, no era mucho de jugar a las barbies. En realidad, me creía una niña grande, por lo que solía pedir radios o bafles para escuchar mejor las canciones”, comenta.

Pese a su notable inclinación artística, Leidy no tuvo su primer encuentro directo con el vallenato hasta los diez años, momento en que sintió el llamado del acordeón en una de las clases de su padre.

El llamado del acordeón

Cortesía: Portal Vallenato

Tal como estaba acostumbrado a hacer, Manuel Salgado inició una de sus tantas clases de acordeón tocando una escala, ejercicio que suele practicarse para soltar los dedos y familiarizarse con el teclado. Al compás, la mayoría de sus alumnos lo siguieron, excepto por uno, que ese día “no daba chicle” para imitar la melodía.

– Pa’ vé, papi. Pásame el acordeón, que yo toco esa escala de una.- dijo Leidy, exasperada porque el chico no pudiese tocar algo “relativamente sencillo”.

En ese momento, Manuel  recuerda que sintió miedo de que la pequeña no pudiera con el peso del instrumento, un ‘Cinco letras’ diatónico profesional. Sin embargo, conociendo el carácter testarudo y decidido de su hija, no vio otra opción más que entregárselo. Fue allí cuando ocurrió lo impensable: como si no fuera su primer contacto directo con el acordeón, Leidy se lo colgó al pecho con toda la naturalidad y, ante la perpleja mirada de su padre y los alumnos presentes, tocó no una, sino tres escalas.

A partir de entonces, dicho instrumento se volvió parte de su ser. Empezó a practicar el toque en la escuela vallenata de su padre y a aprovechar los fines de semana para ensayar todo el día con sus amigos. De esta forma, sumado a su don innato, aprendió en meses lo que a un acordeonista primerizo le tomaría como mínimo un año, razón por la cual, más temprano que tarde, estuvo lista para presentarse en tarima.

El inicio de la leyenda

Su primera interpretación artística se dió a los 10 años, momento en que participó en el Festival Vallenato de Turbo, Antioquia; donde obtuvo el primer lugar. “Ese momento fue muy especial, porque con el monto en efectivo que recibí como premio le pedí mi primer acordeón a mi papá”, recuerda.

Desde entonces, ​​ha ganando nuevamente el primer puesto en 20 oportunidades, además de mantenerse en el top 3 en otras  10 más. Se ha coronado reina vallenata en festivales de Montería, Medellín, Riohacha, Sincelejo y Valledupar, ciudad donde fue elegida en el 2020 como reina caribeña EVAFE tras interpretar el porro ‘El arrancateta’ y la cumbia ‘El burro pichón’.

También ha participado seis veces en el Festival de la Leyenda Vallenata, llegando hasta la semifinal en 2019 al concursar en la categoría reina mayores. “Ay, se acabo esta guachafita, la que tienen los varones, que se les dan de machistas pa` imponer sus condiciones. Que nosotras las mujeres servimos es pa´cocinar, yo les voy a demostrar que no es como ellos quieren. Soy la que compone y canta con motivo y con razón, y en la nota vallenata le ganó a ___”, cantó en esa ocasión.

Sumado a toda su racha de premios, cuenta con un sinnúmero de presentaciones en casetas, fiestas patronales y eventos emblemáticos, como el Metroconcierto del Carnaval de Barranquilla (2017), en el cual acompañó a Jorge Oñate, el llamado Jilguero de América. Gracias a ello, se convirtió en un ícono al haber hecho parte del primer dúo vallenato mixto en actuar a ese nivel. “Una mujer tocando acordeón, una cosa diferente. Siempre somos los hombres. Ahora se viene una mujer con un hombre”, afirmó orgulloso el artista vallenato cuando la presentó ante el público.

Desde entonces, la carrera de Leidy se potenció aún más, permitiéndole llevar a cabo en Abril de 2018 su primera presentación internacional en las islas de Gran Canaria, España.

Sin embargo, ello no hizo que descuidara su faceta como cantautora, la cual debutó oficialmente con el sencillo Quién más que tú, precursor de Deja esos celos, su más reciente éxito.

El Futuro del Vallenato

Cortesía: Festival de Acordeones del Río Grande de la Magdalena

Actualmente, Leidy sigue explotando el talento que tiene en compañía de su propia agrupación musical, de la cual es corista y acordeonista. Pero sobre todo, demuestra el gran potencial que tienen las nuevas generaciones de juglaresas para el vallenato, dando esperanzas de conseguir un futuro donde el sexismo y el machismo se reduzcan considerablemente dentro del género.