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Paula y Luis Daniel: votos a Colombia

Por: Darling Jiménez

Paula es abogada de profesión, se graduó hace cuatro años pero empezó a trabajar desde su primer año de universidad. Ella llevaba también varios años de experiencia trabajando para distintas firmas, de hecho, ya había llegado a un punto en Colombia en el que pensaba crear su propia firma de abogados en comunidad con un par de socios más. En ese momento, el pensamiento de irse del país nunca estuvo muy presente. Creo que es una de las razones por las que decidió estudiar derecho que realmente es una carrera que, como ella me ha contado, poco o nada tiene cabida en el exterior. Siempre quiso estudiar literatura, pero siente que realmente en Colombia, es una carrera que económicamente no sería tan bien remunerada. De hecho, hay muchas cosas en el ámbito creativo que le gustan pero que nunca se atrevió a hacer porque en su país no encontró los espacios.

Luis estudió en la Universidad del Norte, Ingeniería electrónica. Terminó la carrera en el 2014, a principios. Empezó a trabajar incluso antes de graduarse, unos cuantos semestres antes. Hizo sus prácticas en lo que hoy es Promigas, luego comenzó a trabajar con Sykes, una empresa que brinda servicios tercerizados a Sysco que es una de las empresas más grandes en el área de las telecomunicaciones, la cual es el área de su interés. Estuvo más o menos unos tres años allí, hasta ese momento había estado desarrollando todo en Barranquilla. De ahí se fue a Bogotá a trabajar con IBM unos dos años y medio más o menos. Pasó a trabajar a otra empresa grande, una multinacional que se llama Sonda y que también le ofrecía servicios similares a los de IBM. Allí estuvo alrededor de unos dos años y medio-tres años, también. Después se le presentó la oportunidad y empezó a trabajar aquí en Sysco, en Portugal.

Cuando Luis me mencionó la oportunidad de irnos del país en primera instancia estaba Polonia que, según la propuesta de trabajo con Sysco, era en este país. La idea me entusiasmaba porque yo ya conocía Polonia y, culturalmente me parece un país muy rico. Muy diferente a Colombia, sí. Pero con muchas cosas positivas. Después de un tiempo nos informan que la vacante estaba para Portugal. En ese momento nos sentamos y evaluamos a consciencia cuáles eran las ventajas y desventajas de estar en Colombia y cuáles serían las de estar en Portugal.

Yo siempre supe que irme, en el aspecto laboral, sería una situación difícil para mí. Amo mi carrera y amo ejercerla. De hecho, tenía también la posibilidad de seguir ejerciendo cosas desde la distancia al migrar pero creo que llegar a Europa me quitó un poco el tabú que tenemos en Colombia de que si no tienes un título profesional no eres nadie. Un poco lo que pienso hoy es eso, pero llegar a este punto me costó mucho. A diferencia de Luis, yo llego a Europa desprendiéndome un poco de una estabilidad que ya tenía en mi país para buscar una nueva salida que podía ser muy diferente a lo que yo estaba acostumbrada. Cuando tú eres el conyugue no dominante sino seguidor ahí dependen muchas cosas, mucho amor y también tener la mente muy abierta. Los siete primeros meses para mí fueron supremamente difíciles porque no encontraba una salida y el idioma me frebanaba completamente. Cuando me fui desprendiendo de ese tipo de cosas fui dándome cuenta de lo preciado que es tener la oportunidad de aprender un idioma de una manera que te pueda abrir puertas, lo cual en Colombia es muy poco probable que se dé.

Cuando nosotros nos comprometimos y nos fuimos a vivir juntos, nos dimos cuenta de que vivíamos muy pendientes del otro en cuanto a temas de seguridad. Si uno de los dos salía, por más de que lo hiciera en carro particular y no tuviera que hacerlo en transporte público, la preocupación por saber si llegaríamos bien a casa era muy fuerte. En Colombia la situación con respecto a la inseguridad pesa bastante e incluso para las mujeres más. Hoy sentimos que vivir sin la intranquilidad de no saber qué te puede pasar cuando sales a la calle, es algo que realmente te brinda calidad de vida.

A nivel económico, si hacemos la retrospectiva de lo que ganábamos en Colombia juntos, es un poco similar a lo que nos estamos haciendo acá en Europa. Realmente el tema económico no fue un problema, de hecho, ambos en Colombia estábamos en un punto de nuestras carreras que era como alcanzar un tope y, aquí, sentimos que todavía hay mucho camino por recorrer.

Sentimos que venirnos a Lisboa o incluso a Polonia como en un principio nos planteamos, era abrirnos las puertas a Europa no sólo a nosotros sino también a nuestros futuros hijos. El país podía ser Portugal pero sabíamos que, si no nos gustaba, teníamos también la posibilidad de irnos a España, a Alemania o a otros países y sería mucho más fácil realizar el salto hacia otros lugares desde aquí que hacerlo desde Colombia. Para nosotros como pareja joven, uno de nuestros mayores pilares en la relación es viajar, nos gusta poder hacerlo y movernos por otras culturas, conocer otras gastronomías, ver la vida desde perspectivas diferentes y, lastimosamente, con el valor de la moneda en Colombia era cada vez más difícil hacerlo. El pensar en salir del país por sólo unos quince días significaba ahorrar durante todo un año, para seguramente no poder disfrutar los lugares por sentir la necesidad de volver.

Nos casamos el 6 de Junio de 2021 y, veinte días después ya Luis estaba en Lisboa. Yo llegué tres meses después por el tema del covid. Antes de irnos contemplábamos la posibilidad de eventualmente volver a Colombia. Hoy en día, aunque no estamos cerrados a la posibilidad de regresar, creemos que la tranquilidad, las oportunidades y la calidad de vida a la que puedes acceder estando aquí no se comparan con nada. Pensamos que nos gustaría mucho envejecer en Colombia porque es un país espectacular por donde lo veas. Vemos el vivir en Europa como una oportunidad que se nos da para construir algo que luego nos permita irnos a Colombia. Inicialmente nuestra aproximación es quedarnos aquí mientras tanto, siendo conscientes de que las cosas positivas que Colombia también nos puede llegar a brindar.